Pisaste las rosas y estas se negaron a morir quieren dejar semillas para quiénes saben amar sin maltratar. Las rosas también saben decidir, si crecer al lado de una azucena o rechazar a una mala hierba. A mí y las rosas también nos disgusta los intrusos, esos que sin pedir permiso entran a pisar rosas al jardín. Así como las rosas sienten cuando las pisan sin compasión, yo también siento cuando personas hermosas se van de mi vida. Cuando cortan una rosa es como si me cortaran una de mis venas con bisturí, una rosa menos, más dolor para mí. Cuando cortan una rosa todo el rosal queda herido, el día que te vayas de mi lado la herida no cerrará hasta que vuelvas. Pedro Moreno Mora
Texto agregado el 22-08-2024, y leído por 55 visitantes. (3 votos)