luego de escuchar y ver una entrevista hecha en 1958 a Jung, una palabra quedó en mi conciencia... la nube... decía el que recuerda tomar conciencia de sí mismo a partir de los ocho años, era un niño... recuerda haber estado en una nube para luego salir consciente de sí mismo y vivir...
pensé que lo mismo me había ocurrido a mí de niño a partir de los cinco o siete años... tuve conciencia de estar parado en una fría pared mirando la belleza de tres o cuatro hermosas niñas de ojos grandes y cabellos largos y negros y un aura que, como un imán, me hipnotizaba para siempre... quedando aquellas imágenes en mi pequeña y abierta alma... luego empezaba la película de la vida que corre día y noche a lo largo del tiempo y del espacio... pero siempre fue la belleza aquello que tanto llenaba mi alma de sentido...
viene a mi mente aquella nube, sí, aquella nube en que estuve respirando y viviendo tras su espacio... quiera o no quiera aún la siento como mi sombra...y ya con el tiempo que se me agota y la muerte que me sopla, sigo viviendo con más y más ganas de adorar aquella belleza cuando aquella nube me llamó... cierra los ojos y escúchame... obedecí al momento y pude ver aquella oscuridad sin final y el nacimiento de todos los sonidos que nacían del silencio de aquel universo oscuro y mágico...
quizás mas tarde vuelva a la misma nube... quizás sea mi puente hacia la eternidad... no lo sé, pero mientras viva, amaré la naturaleza de la belleza y el calor de la bondad en cualquiera de sus manifestaciones... quizás sea el puente hacia la verdad y el sentido de mi vida... quizás... quizás...