Que antes de rendirnos, fuimos eternos, Declara Ismael Serrano
Y Víctor Jara paga la apuesta diciendo que a veces, la eternidad dura cinco minutos
Entonces, SIlvio Rodriguez remata diciendo que lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso, nos cuesta la vida, y baja la mirada
Pero como le enseño Al Lan Mandragoran, al Inefable Rand Al Thor:
”Uno debe saber, cuando debe enfundar su espada”
Vivimos confundidos entre lo que sabemos
Y lo que creemos saber
Pero como digo yo mismo:”Saber no es fácil”
Y hay que saber saber
Reflexiones conmigo mismo
SS.
DEJAR IR
El niño corría con el alma llena de gozo, sosteniendo con su mano su cometa
El pájaro de papel, sujetado por el delgado hilo, se movía y surcaba el aire como un danzarín multicolor
El viento soplaba con fuerza, empujando
El niño, sintiendo la tensión en su mano, se detuvo a observar
En su mente, imaginó que su cometa era un ave
Un pájaro vivo que trataba de remontar el vuelo
Lo veía desde el suelo, agitarse en el aire, empujando su mano
Con el Alma llena de gozo, y la mente llena de infantil inocencia
Con su cara de felicidad, sólo lo soltó
Vuela, vuela gritaba sonriente como despidiéndose de él
El Ave, comenzó rápidamente a remontar las alturas
Se hacía cada vez más pequeño
El niño, observaba como su cometa se convertía en un punto hasta desaparecer
Entonces, inexplicablemente, fue feliz
Finalmente, giró sobre sí mismo y siguió su camino…
El Bote atado a la orilla, se agitaba empujado por la corriente que quería llevárselo
Esta pugna entre el barco que quería irse, y la cuerda que lo ataba y que se oponía duró varios minutos
El flujo del río iba aumentando su caudal ejerciendo cada vez, más fuerza sobre el bote La cuerda se tensaba al máximo
Ahí estaban
Uno queriendo irse, otro queriendo quedarse
Entonces
Como si hubiera sido la vida la que decide
La cuerda que sujetaba el bote, finalmente se cortó
El bote estaba libre
Arrastrado por la corriente, emprendió su viaje
Siguió su camino
No importaba a donde iba
No importaba de dónde venía
No importaba
El bote, solo se iba….
El hombre avanzó hacia la puerta hasta tomar el pomo
Con la mente serena y la decisión tomada, saldría
En el último momento, antes de abrirla, se detuvo
Era inapelable
Lo sabía
Sería irreversible
Lo sabía
La irrevocabilidad de este acto, lo hizo dudar
En su mente
A lo lejos
Unos últimos destellos brillaban en la distancia
se sentían como los últimos chispazos de una vela que se apaga
Tal vez…. Pensó
Tal vez….
Al fin aspiró profundo
Estaba tranquilo
La mente serena
La mirada quieta
Entonces abrió la puerta
y salió…
Randal Tor
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