mi madre acababa de morir y mis hermanas estaban en la puerta de la clínica, esperándome... llegué a la clínica y lo primero que vi fue a todos mis hermanos con la mirada fija en mí... como si vieran a un fantasma o quizás, vieran a mi madre en mis ojos... mi hermana menor, la más fría se adelantó hacia mí y me dijo que mamá hace ya una hora que estaba muerta... donde esta?, pregunté... me miró a los ojos un poco asustada y preguntó si deseaba verla... le dije que claro que sí... entré con mi hermana y vi a mi madre cubierta con una blanca sábana, noté que había dos pedazos de hojas a su lado con su nombre y la hora de su deceso... miré la blanca sábana y mi hermana me dijo si deseaba verla... le dije que sí por favor... destapó la sabana y vi su rostro hermoso, ya amarillento, con un algodón en la boca y en las orejas... ella beso en la frente a mi madre y luego la cubrió... salí del cuarto y todos mis hermanos me miraron a los ojos y noté que esperaban alguna reacción... qué podía hacer?... me despedí y les dije que hasta mañana que tengo que descansar pues mañana tengo que laborar... salí de la clínica y el cielo me parecía compadecer... cogí mi auto y fui a casa... vivía solo con mamá haría más de treinta años... entré a su cuarto y vi su cama... encendí las luces y me senté por un rato en su cama... te extraño mamá... salí de su cuarto y entré al mío... encendí la computadora y me puse a escribir... y no sé por qué, pero le escribí a mamá... terminé el cuento y me sentí en paz... me acosté y supe que los muertos viven en el corazón de las personas que los aman... ya ha pasado más de cinco años y aún le sigo escribiendo... reviso los videos de ella... sus imágenes... su voz... su andar... y el inmenso amor que nos teníamos... pienso que cuando me llegue el final de mis días, quizás pueda decirle algunas cosas que he realizado en este hermoso mundo, que su vida valió la pena, que su voz aun la escucho en mi corazón, que mi amor por ella será hasta que mi último aliento me lleve, quizás a su lado...