En el kiosco, María se aburre. El frío aleja a los clientes. Hoy no hay nadie en la galería donde trabaja. La inactividad le resulta insoportable.
El guardia de seguridad del lugar se acerca para conversar con ella. María sonríe porque el tiempo pasa más rápido cuando puede socializar, aunque le preocupa que su novio pueda verla. Él trabaja en un local de ropa. Es un hombre celoso. Ella no comprende porqué. La respuesta que da cuando María pregunta sobre el tema es que ella es muy linda y atrae a los hombres. Una estupidez, piensa María. Su novio opina sobre su ropa y maquillaje, controla sus horarios y lugares donde va.
El guardia compra unos caramelos y le pregunta si tiene frío. Desde el local de ropa, el novio de María observa la escena. No puede evitar la furia que comienza a crecer en su interior. Finalmente va a increpar al guardia.
La pelea atrae a otros empleados. Alguien da aviso a la policía, María llora, llama a su jefe, y él la autoriza a cerrar para irse a su casa.,

Unas horas después, en la tranquilidad de su hogar, consigue calmarse.
Su celular muestra mensajes y llamadas. No piensa responder.
Ha tomado una decisión que cambiará su vida.