Y vi el cadáver ahí,
Llorando sangre bajo el peso atlántico que cargaba a cuestas
Por años ocultos entre los rosedales,
cuyas hojas, de lágrima y tiempo, estaban derramadas en el sucio baño de su departamento.

Jurídicamente,
Fue encontrado un domingo 7 de julio, a las 11:11 horas, en su domicilio real ubicado en el jr. Carlos Baca Flor 482 - San Martín de Porres - Lima, el occiso Sergio Carlo Gonzales Vásquez (26). Fue hallado en su baño, con una sonrisa encima, entre el papel usado y acumulado del tacho, con su gata que acompañaba el cortejo fúnebre con su tierna mirada triste y amarilla.

Clínicamente,
Un golpe en la cabeza fracturó una vena primordial,
Un cuchillazo en el corazón lo partía en dos día a día, para lo cual solía buscar una panacea, un alivio provisional,
Por automedicación,
Entre las putas, el Tao te ching, el alcohol, la hierba y los porros que, en sus colillas de propano, gasolina y sangre,
Depositaba sus delirios por el capitalismo y un amor no correspondido.
Entre el trabajo y la vergüenza, tenía que comerse con paciencia
El verla llorar en la oscuridad, escuchando a Lana del Rey,
Cegada por el brillo del dólar que adorna sus deseos fieros,
Leoninos, fogosos, ocasionados por el bello oro blanco
Que se impone sobre las letras, sobre la historia y las deudas,
Que llevamos por siglos, en silencio bajo la tierra,
A la espalda los incas milenarios que cargamos con nuestro ancestral imperio.

Psicológicamente,
Deprimido. Abusaba del alcohol y las sustancias hasta que murió, por aborto espontáneo, que su cuerpo podrido expulsó tras intoxicarse con la partícula de Dios. Su cadáver apesta a a estiércol y meado de gato. En sus bolsillos tenía una página de manga arrancada que decía:
"Todo lo que hace alguien grandioso es correcto",
Pero el mismo capitán Morgan, temblando de miedo, se respondía a sí mismo:
"¿O me equivoco?"
Y a continuación vio caer la estatua del falso ídolo,
Que tiranizaba a los suyos y causaba los sollozos de su familia.
Otra hoja tenía fragmentos de este poema bajo sus mantras,
Aquellas frases que le ayudaban a encontrar equilibrio:
"No tienes enemigos, nadie los tiene realmente. Nadie merece ser herido".
"El oficio de amar no sigue las reglas de la economía. Se ama sin cláusulas, sin retribución, sin esperar nada a cambio porque su fuerza reside en crear, a cuidar lo más amado y en ser fiero para destruir todo aquello que lo amenaza. Es lo más parecido a ser Dios porque él nunca pide nada para sí. Ama porque lo tiene todo y no desea más nada".

Finalmente,
En una página en blanco, ya ordenado el expediente, el caos en teos,
Se impuso la luz de Buda y el silencio,
Entre los escombros de su cuerpo, el sudor de sus manos,
Y Nice Dream de Radiohead caminando en el viento.
Se vió el cadáver cubierto de sangre, deslizándose en el baño y en su agonía,
Mientras se retorcía escuchando las puertas abrirse y la cocina limpiarse,
Expirando por última vez, aquel, mi definitivo y único enemigo,
Que apestaba a cansancio, ron Cartavio, cerveza tres cruces
Pero también al amor de Fátima,
Que a diferencia de la sombra y la destrucción del escenario,
Olía a agua florida, de las que usan en los rituales,
A lágrimas y oscuridad,
A la noche que ella doma, taciturna y sonriente,
Como la vestal guardiana del fuego de mi alma,
De mi imperio,
Que será tejido por la mano de su ternura y su locura.

Atentamente,
Felix Babilonia.