subí la escaleras de casa... era el tercer piso, lugar donde se hace los ejercicios con maquinaria para ello, y un lugar para colgar la ropa recién lavada... luego de colgar la ropa sacada de la lavadora observé que a su alrededor había muchas macetas con plantas... me detuve y vi que estaban poblándose de mala hierba... terminé de colgar la ropa y luego me puse sacar la mala hierba de las bellas macetas compradas con tanto amor por mis padres que ya no estaban más a mi lado... seguramente estarían molestos por ver sus macetas en tan mal estado y lo sentí mucho... dejé todo y me puse a sacar toda la mala hierba... cada una de ellas estaban bien enraizadas en cada maceta, ocultando las bellas plantas que estaban allí... algunas muertas ya y otras pidiendo auxilio con las tallos extendidos como un niño ahogándose...
no sé cuánto tiempo habrá pasado, pero terminé de sacar la mala hierba... el tercer piso estaba lleno de ellas y de tierra... tuve mucha tarea... habría que barrer, limpiar y regar nuevamente las plantas...
el día ya se ocultaba, pero seguía en mi tarea... y cuando terminé, la luz del cielo brillaba y sentí como una mano en hombro me tocaba, como diciendo que parase que ya mañana lo terminaría...
bajé al comedor y si bien no había almorzado nada, el hambre no estaba... más bien una planta se abría en mi pecho... y sentí que todo era parte de todo... que las voces de dios están en todas partes y que mi vida era como un jardín y que había que cortar diariamente la mala hierba de la buena y eso me daría más y más belleza en mi alma y por ende podría tener paz y claridad...
esto de conocerse a uno mismo es como encontrar mi lugar en este ser... y mi lugar es la paz, como un rompecabezas esperando la última pieza en su lugar... sí, es hermoso vivir sabiendo que puedo ser feliz conociéndome más y más...