O ano passado eu morri,
mas este ano eu não morro.
Belchior
Opus 1: Certezas y angústias
Algunos dicen que este camino no tiene vuelta,
que nadie mira hacia adelante, nadie hacía atrás,
irrequietos y desasosegados en la duda perenne,
sin ninguna respuesta a la pregunta no formulada
dormimos en una angustia iluminada y cegadora.
Opus 2: Tesituras e intrigas
Algunos dicen que sólo caminamos en círculos,
en ese ciclo de vidas rotativas que se reinician,
en una trayectoria vital de lagunas de la memoria,
pasados que se pierden en las vidas anteriores
que tan sólo retornan en translúcidos recuerdos.
Opus 3: Comunicaciones y esperanzas
Algunos dicen que hay una vía de comunicación,
el elo entre los que ya fueron y los que quedaron,
entre la invocación esperanzada y la fe más útil,
a una respuesta que coincide con una pregunta
que vive a las puertas de un eternizado por qué.
Opus 4: Revelaciones y encubrimientos
Algunos dicen que nunca la comprenderemos,
esa verdad que vestimos de tantos significados,
ni los que la miran de frente, ni los que la evitan,
esa carantoña ensabanada entre perlas destilada
que nos lleva de la mano al lugar indeterminado.
Opus 5: Dudas y arrogancias
Pero yo me digo que no quiero esperar mi hora
y ver mi cuerpo inerte en una dudosa conciencia,
en la benevolencia de la despedida más amable,
en la última apreciación suscitada por el decoro,
esa esquela que olvida de la precisa sinceridad.
Opus 6: Desafíos y provocaciones
Pero yo no quiero salir de aquí así de repente,
que yo quiero desafiar a aquel que nos conduce
y yo quiero saber qué dicen de mi en mi partida,
porque yo quiero poder responder a esas voces,
esas exequias que solo la muerte sabe revivir.
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