Adoro oler
La flor del eucalipto.
Camino sin rumbo.

Tengo impreso
El mar en las retinas.
El sonido del mar.

Primer helada.
Una fina escarcha,
Alfombra del pasto.

El frío quema?
O es que emerge
El calor del verano?

Camino con miedo.
El suelo está húmedo.
Puedo patinar.

Se abre el telón.
Aparece la luna
Y canta el ruiseñor.

Para las fiestas
Enderezo bananas.
Ya es verano.

Las altas nubes.
La escarpada piña.
El vino con soda.


Decir bonito en vez de lindo hubiera sido lo más correcto. Porque para ser una persona linda, hay que cumplir con muchos requisitos.
Don Argentino tiene un cliente que compra y vende autos. Que muy agradecido por una transferencia, de un camión antiguo, que salió exitosa, le regaló un lechón. Entonces Tábata lo mortifica diciendo que un buen musulmán debería evitar comer dicho animal contraindicado.
Argentino es más argentino que el mate. Pero por allí, de varias generaciones atrás, parece ser que tiene un pariente de origen árabe musulmán. Y siendo que el mismo tiene mucho respeto por aquellas culturas, nunca falta la oportunidad (sin miedo a ser reprendido) de hacer mención, en las triviales conversaciones, de aquellos lares y de aquellas nobles creencias.