Edmundo, siempre tuvo esa manía de ahorrarlo todo; ahorraba hasta el agua y no se bañaba todos los días por temor a que el recibo le llegara muy caro. Prefería comer muy poco y comida que no le alimentaba el cuerpo ni el alma; economiza hasta sus pasos pues casi no salía a caminar por temor a que se le gastaran los zapatos; tampoco comulgaba por economizarle ostias al sacerdote y para que las ostias no maltrataran su hígado y redundara en un temperamento bilioso.
Nunca fue devoto de ningún santo para no tener que pedir milagros; a todo le metía economía. Cuando todos suponían que debería tener una inmensa fortuna y que su vida estaría en riesgo, pues no faltaban los secuestradores, ni los estafadores que estarían maquinando un plan para despojarlo de su riqueza. Es más, hasta pensaron que un buen auditor podría dar cuenta de su capital. Economiza sus risas y sus lágrimas y hasta sus besos. Todos se preguntarán porque economiza tanto y solo había una respuesta, había muerto hacía tres años.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
Texto agregado el 25-06-2024, y leído por 78
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Lectores Opinan
25-06-2024
Esta obra es un testimonio magistral de la capacidad humana para explorar las profundidades del corazón y la mente. Con una escritura que se despliega como un lienzo vívido, invita al lector a perderse en sus historias y reflexiones. eRRe
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