No fuiste ni más ni menos
a la mujer que yo soñé,
de chiquita ibas al río
a hacerle muchas preguntas.

El río te respondía con tranquilidad
tú no te quedabas tranquila, exigias más,
el río acelera su corriente
y te mojaba la frente.

Un día le dijiste al río
que por no llevarte lejos, no volverías jamás,
el río con ironía te respondió:
"Todavía no es hora".

Al paso del tiempo te diste cuenta
río que no se hace mar es un fraude,
río que no mezcla sus corrientes
está condenado a morir pronto.

Después que creciste
el río se hizo mar
solo porque tú lo pediste
quiso darte gusto.

El destino quiso
que nos encontremos en el mar
que yo hiciera realidad
todo aquello que había soñado.

Así como yo te había soñado
tú también me habías soñado,
el sueño fue un río
que nos llevó al mar.

Pedro Moreno Mora