Cuenta la tradición que al Santuario gallego de San Andrés de Teixido " vai de morto quen no foi de vivo".
"Vai de morto" como alma en pena o transmutado en insecto o reptil.
Otra leyenda cuenta que un poeta galego , enamorado solo espiritualmente de una moza del suroeste de España, la negó ante todo el mundo más que Judas y la frecuentó en versos como musa, mientras cohabitaba con la oficial.
La mujer , abandonada salvo en madrigales, enfermó de gravedad anímica y físicamente .
El vate se dedicó a visitarla como trasgo durante dos décadas, riéndose de la inocente mujer a la que acosaba vía telefónica y por internet.
Más tarde se propagó la noticia de la muerte del poeta, suceso que poco conmovió a la malquerida por la mala vida sufrida tantos años .
Pero hete ahí que inesperadamente una troupe de comediantes teatralizó por las calles de diversas ciudades la desdichada historia ante los ojos de la desventurada mujer, que volvió a enfermar por culpa del difunto que movía los hilos como director de orquesta. La sufriente dama nunca creyó sino en una muerte simbólica pues lo juzgaba trastornado por los sucesos de la mala vida. Fue por ello que durante un año largo le tuvo paciencia y lo ayudó a curarse.
Más últimamente, notando cierta mejoría, pero no logrando que se encarnara, estaba al límite y dispuesta a desenmascarar a quien quiso acallar su turbia mala conciencia con una búsqueda sin afán de encontrar, pues jamás acudió a las citas a las que ella lo convocaba. Cómo persistía la vigilancia y el acecho, ella intuía cierto ánimo vengativo de burla de un poeta, apenas hombre.
Quiso ir como muerto quien nunca fue de vivo con aviesas intenciones , encubiertas .
Esta triste historia alecciona sobre la conveniencia de no creer en espíritus desencarnados , que jamás dan la cara y se ocultan siempre en el cobarde anonimato.