... este relato comienza en una ventana de un segundo piso en la comuna de la Reina en Santiago de Chile. Es el taller de un perfumista. Llegó a Chile hace dos meses desde Francia, específicamente de la bella localidad de Grasse, la capital del perfume mundial. Él tiene a su haber 40 años de edad, arquitecto de profesión, profesión que dejó para seguir su gran sueño, ser perfumista, luego de gastar una pequeña fortuna en su formación en aromas, química y otros asuntos, recibió su certificado de perfumista. La ventana está cerrada, mas desde ahí se puede ver parte de la cordillera de los Andes, nevada, calma, alta, majestuosa, bella. tiene un laboratorio y taller de producción de perfumes, mas el taller de su casa es parte de su intimidad creativa. Ese día le ha dolido la cabeza durante horas, no sabe bien el porque, es una persona muy sana, relajada, ha tomado un par de analgésicos que espera hagan efecto más temprano que tarde. Ese malestar ha logrado desconcentrarlo de su pasión, está un poco molesto por ello. Logra retrotraerse y se enfoca en su nueva creación, los anteriores perfumes han tenido muy buena aceptación en el público latinoamericano, él hace ya un año que comercializa sus productos al comienzo en Europa y hace poco tiempo, quiso abrirse a este otro mercado. Uno de sus logros es haber sido capaz de eliminar casi por completo de sus esencias, la vainilla, nunca le ha gustado. También logró sintetizar algunas hierbas sacando caldos muy aromáticos, tales como : el cardenal, la malva Eva, la albahaca morada y algunas flores blancas y azules no usadas en la perfumería. Le encantan los perfumes con pimienta, cítricos, frescos y también los árabes ahumados. También se a puesto retos para investigar algunas maderas parecidas al oud. Está fascinado con su trabajo, ha logrado ganar mucho más que con la arquitectura, ha colaborado con empresas perfumísticas de fama mundial, ha incursionado en el campo "nicho"...compró unos barriles de roble en donde se guardaba licores tales como coñac, whisky, le encanta la idea que tuvo una casa de perfumes de EE.UU. quiere hacer algo parecido, investigar , crear.
Dos años más tarde... una ventana del segundo piso en la comuna de la Reina en Santiago de Chile, está abierta y el viento la azota...dicen que desde la calle se podía observar a un señor que se paseaba día y noche en esa habitación, las personas del sector, cuentan que fuese de día o noche, siempre había actividad tras esa ventana, hasta que un día luego de un par de años, el movimiento cesó, nadie sabe exactamente que pasó, algunos especulan que el señor que habitaba la casa se volvió loco, otras cuentas que el hombre solitario sufrió un paro cardiaco, otros dicen que sufría penas de amor, otras que se suicidó, otros que se fue a la quiebra su negocio...pues no lo sabremos jamás, este relato solo nos dirá que aquella ventana, por algún motivo, dejó de ser testigo tanto por dentro como por fuera.