Apodyopsis *El acto de desvestir mentalmente a una persona

No se crea que es a cada rato, que basta con mirar y ya.
¿Te imaginas tener que ver a las personas, siempre, sin ningún tipo de filtro, sin ningún tipo de control rango etario ni sexo? No saldría de casa, me volvería un loco.
Esta hermosa capacidad la descubrí hace unos años; por entonces vivíamos encerrados, delirios más delirios menos, pero todos con alguna pequeña cárcel cargando dentro de nuestras cabezas.
Y todo gracias a una sincronicidad del universo espacio tiempo; aquella casualidad es difícil de explicar, sin saberlo, era lo que buscaba y extrañamente lo que buscaba también me andaba buscando. En aquellos tiempos en que mi mundo estaba revuelto, no lo pude ver.
La chica en cuestión me flecho de inmediato, su forma tan gentil, sus dientes perfectamente alineados, su cuello eterno y la forma mágica de enrrolar terminaron por crear en mí, un profundo sentimiento de amor.
Al principio fueron solo destellos, minúsculas imágenes de su silueta desnuda aparecían fugaces, pero se escapaban, no lograba sostenerlas. Poco a poco fui entendiendo, logré dominar la técnica y me vi envuelto en un sueño despierto, tenía un super poder y lo usaba todo el tiempo con ella y ella se dejaba, amaba que la viera, modelaba para mí, así como en una pasarela de concreto, caminaba resuelta la condesa, y sus ropas, hilos etéreos que colgaban translucidos, generosamente me dejaban ver su piel. Y sus dientes, perfectamente alineados y los míos tristemente zigzagueantes definían nuestras carcajadas.