—Elvira, ¿Por qué las personas que quiero se portan de esta manera?,

¿Por qué siempre me dejan por alguien más?, me hacen pensar que me aman…

y luego, me sueltan como si nada de un momento a otro.

—¿De verdad soy tan mala persona que me lo merezco? —preguntó Marina—

Elvira: —¿Todavía te preguntas eso después de tolerar todo lo que hizo?

—No es, ni ha sido fácil. —Replicó Marina—. Siempre me sorprendo de la poca lealtad que tienen las personas.

Elvira: —¿Igual la poca lealtad la tienes tú contigo, no crees?

Marina: —Mmm… qué quieres decir.

Elvira: —Mira Marina, la gente es como es. Pero tú debes saber lo que quieres y lo que necesitas…

y si aceptas menos que eso, la que está siendo desleal… eres tú.


Marina no podía creerlo. Acababa de experimentar “la cachetada más amorosa” que jamás pensó.

En tan pocas palabras, su amiga se lo había resumido todo:

Una lección de amor propio y otra más de amor fraterno…

Y es que, “No todo aquél que te toca las heridas, es porque te quiere ver sangrar”.



sKM


Este texto es dedicado con todo mi cariño a mi querida Duendi8320