escuché que un maestro era miserable, alcohólico, mujeriego y de mal carácter... sin embargo tenía la luz de la verdad en su alma que derramaba en sus palabras... su mirada en su saber era brillante, su andar doméstico tocaba de gracia los corazones que de manera natural se abrían como una flor al sol... lo importante era su saber que regaba a cada ser humano que se le acercaba...
su estilo de vida no cobró importancia mientras la vida de los alumnos se llenaban de su saber...
será así la crucifixión de los mesías?... el mundo le clava en una cruz donde le quitan lo bueno que guardaba... aun así, les deja con una sonrisa y no reniega de su fatal suerte, pues el mundo, si bien es hermoso, su humanidad la ha perdido... tan solo quedan los grandes y pequeños inquisidores que solo miran la ilusión encarnada... mientras los iluminados caminan con una vela encendida sobre un mundo lleno de oscuridad....