| Corría el 1939 los rumores de la actitud de los alemanes contra los judíos no eran ya rumores. Los arrestos  estaban a la orden del día. Los Stern  acababan de preparar documentos y valijas para viajar a Españá donde el padre tenía un hermano.No alcanzaron a poner en práctica el proyecto, Una patrulla de S.S allanó la casa y arrestó a los cuatro miembros de la familia. Las hijas fueron separadas de los padres.
 Después de varias horas en un cuartel de policía hicieron subir a Carlota y Emiliy, a un tren de carga  en el que viajaron hacinadas durante horas hasta que  el tren se detuvo en un descampado frente a un edificio imponente.
 
 ISRAEL- 1980 habla Adolfo
 
 Desde que me jubilé llevo al nene a la plaza por las mañanas para aliviar un poco a mi nuera que tiene que acompañar a los dos grandes al colegio, hacer las compras, limpiar la casa, cocinar,poner la máquina de lavar… a ese punto se hizo ya hora de sacar a los chicos del colegio. A menudo viene a ayudarla su madre.
 Paso unas  horas con el nene en la plaza es un angel, tanquilo, sonriente, un pan de Dios, no me da nada de trabajo, Por suerte que conservo el gusto por la lectura y eso me entretiene mientras duerme. Lo máximo que tengo que hacer cuando llora es darle el biberón, después se duerme en seguida .
 A veces lo levanto solo por el gusto de tenerlo en los brazos, La mujer que ocupa siempre el mismo banco le sonríe y me dice que es muy lindo… Con la mujer ahora conversamos  de todo,  al principio nos costó romper el hielo pero  hay que ver cuántos temas puedo abordar  con ella, dice que estudió ciencias políticas cuando estaba en el kibbuz y hay que ver lo que sabe y lo inteligente que es , hace muchos años que está aquí  y  habla hebreo mejor que yo Me dijo que estuvo muchos años en un kibbtz pero de su vida privada no sé nada, y ella es muy rservada. Ayer cuando levanté al nene del cochecito me dijo que estaba creciendo muy bien el argentinito y que había un poco de viento y que lo acostara otra vez, que no tomara frío,!a esta edad son son muy sensibles… acuéstelo, acuéstelo, no se le vaya a resfriar!”
 Las mujeres siempre dan órdenes, ...mi mujer, que en paz descanse, también se me volvió mandona con la edad
 La mujer de la plaza apenas pone a la nena en el recinto de arena con su  balde y las palitas,saca  un tejido verse del bolsón. La nena no es su nieta, ella la cuida a horas, no sé nada más, es muy cerrada:…un dia le preguntaré  en qué idioma cuenta los puntos , es un idioma que no comprendo y su voz es muy baja. Hoy le reproché en broma pero también  en serio que el dia anterior había dicho que mi nietito era un lindo argentinito y no estoy de acuerdo, él es israelí como los otros dos nietos mayores y como yo, que nací en la Argentina pero desde que vine a vivir aquí soy israelí. Se disculpó, dijo que no había querido ofender.” A veces no me expreso bien”. No se habló más del asunto, por lo contrario, desde entonces la relación entre nosotros mejoró, casi nos hicimos amigos. Me di cuenta de que a pesar de que hablábamos mucho todavía no nos habíamos presentado : dije me lamo Adolfo Pardo…”
 "yo,,, c..Carlota respondió tímidamente dándome la mano con la que arrastró  unas hebras de lana que nos dejaron embrollados por un momento y que me permitieron ver que tenía un número largo grabado en el antebrazo.
 
 ISRAEL-.... habla Carlota 1980
 
 Poco más tarde pensaba en la cara  de espanto del señor Pardo cuando vió el número de mi brazo.
 Es este número lo que me impide olvidar,no lu  borro, si lo hiciera y todos lo hicieran hasta podrían empezar a decir que la “shoa” y los campos de extermiio  no existieron , “que son inventos”.”Todavía quedamos muchos que podemos probar lo contrario.
 
 Yo tengo un destino peculiar que me lleva a perder lo que amo. Por eso no me casé, no quise exponerme a otra  pérdida. La  pérdida voluntaria se sufre menos.
 
 Recuerdo que cuando el tren se detuvo me  separaron de Emily, Me sentí desvanecer, me empujaban  hacia el grupo de mujeres, como se empuja a un animal que se apartó del  rebaño…; órdenes  a gritos y golpes de látigo en el suelo, algún disparo al aire.
 Llegamos al gran edificio y atravesamos ese portal que en su escrita frontal aseguraba que el “trabajo nos haría libres”
 Estaba tan aturdida por lo que sucedía y por las emociones del día, que actuaba  sin preguntarme hacia donde íbamos. Ya había comprendido que rebelarse  era irse a buscar más empujones y latigazos en los pies. después nos pusieron en fila, un soldado agarró mi brazo y grabó este número con un metal candente. El aullido de dolor fue a engrosar los gritos de tantas otras desdichadas. Otra vez la ola humana iba hacia adelantee y seguí al grupo temblando por el dolor, el miedo y el cansancio.
 
 Finalmente nos ordenaron  sentarnos contra  una larga pared de zink. Si la palabra no fuera inadecuada para ese momento, podría decir que al principio disfruté de descansso. Las mujeres de mi grupo eran todas jóvenes,
 Manteníamos la cabeza gacha, yo protegía el brazo doliente sobre mi pecho, las piernas entrecuzadas como en meditación, Al poco, vi que unas botas negras se detenian ante mi. Levanté la cabeza. Un  oficial con voz alterada por la ira le preguntó al soldado que lo acompañaba “¿quien trajo a esta muchacha aquí.
 Reconocí al padre de mi amigo, el que vivía en nuestro mismo edificio…no pude hablar por la sorpresa, de todas maneras no me hubiera escuchado porque ya seguía adelante. Parecía estar enojado con el soldado. No lo volví a ver pero días más tarde encontré sobre mi catre un papel escrito a máquina: “Tu hermana está bien”
 
 (sigue mañana)
 
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