Soledad Dormida entre las nubes, la mañana con ojos de llovizna todavía aparece detrás de mi ventana solitaria y austera como el día. Los cristales desiertos se adormecen al escuchar las gotas cantarinas y el cielo baja triste mientras crecen rumores de la lluvia en las esquinas. Hay un rayo de sol en esta historia pero los nubarrones más osados ahogan ilusiones con su peso. Es inútil luchar, porque está preso el tiempo entre recuerdos obstinados. La mañana no encuentra escapatoria.
Texto agregado el 26-04-2024, y leído por 119 visitantes. (3 votos)