Siempre que estoy acostado en el pasto, comienzo a recordar mi niñez, no se exactamente las veces en que de niño pregunté a mis padres acerca del cielo y la luz... Honestamente, no recuerdo lo que decía, incluso solo recuerdo unas siluetas vagas... Lo que si recuerdo es estar acostado y mirar al mas allá.. Lo bueno de esos tiempos es que no tenía preguntas ni respuestas ante lo que no podía entender.
Ahora, leo mucho y escribo menos, siento que al escribir lo hago porque si... Abro la puerta de mi cielo y salen las palabras en forma mágica y en un orden que no logro entender... Y escribo de lo que sea... No importa. Solo escribo.
En ciertos momento de mi vida, he pensado que hay otros seres viviendo dentro de mi. Que saben como vivir mejor esta vida que tengo.
En un momento cuando el cielo negro se encontraba estrellado y la luna iluminaba con su bella luz, sentí, que algo o alguien me miraba, hasta sentía que me hablaba. Mire detrás de mi y nada. De pronto, el cielo, dijo, está esperándote. Me dijo para mi interior: ¿Es qué ya llegó mi hora?, ¿seré absorbido y desaparece de este mundo?
Este ser, se impuso con superioridad y dijo que no es como imagino... Cierra los ojos y espera a que entres al cielo y sus estrellas. Obedecí...
El tiempo ha dejado de ser. Los mundos giran al compás de una armonía que esta en todas partes... Y, esa armonía soy yo...