Baje los brazos tras incontables fracasos,
Conformandome con ese casi algo, ese casi perfecto inconcluso, que termino siendo mundano
Esperando lo recíproco, dando todo sin recibir nada a cambio, idealizando que en un momento iba a cambiar
Resignado por los actos fallidos decidí dejar de buscar lo prometido, y dejar la suerte al destino encerrando lo divino, de este corazón destruído
Y ahí... Ahí la suerte, lo divino o el mismo destino
Me puso frente a un camino que me resultó desconocido, frío y oscuro, un poco maltrecho y corrompido.
Los primeros pasos fueron distintos, de a poco el paisaje se hizo lindo, el piso se fue limpiando, el aire se hizo cálido, la luz amanecis en el horizonte
Sin buscar, sin pensar en lo soñado, en lo ideal, esa persona que sin dudar, en su forma de pensar, me devolvió lo que siempre anhele encontrar
Ese cariño recíproco, ese "se vos mismo que me encanta" sin censurar mi intensidad.
Hoy por fin me levanto, erguido con la frente en alto, puedo afirmar que te he encontrado. |