Preguntas, y rápido responde,
pides, y al punto se concede,
certera cual ave tras su presa.
Mas ya te sientes fatigado,
el tiempo no ha sido en vano,
y las fuerzas flaquean, no son las mismas.
Dios a sus guerreros desafía,
¿alzarías la voz al cielo en rebeldía?
Ya ni eso queda, ni esa energía.
La madurez, ¿es solo resignación?
O es eso, sin más dilación.
¡No importa! Se ilumina tu mente,
como un foco, la idea repente.
Aún puedes lograr lo que más deseas,
¿y qué es lo que anhelas?
Lo que te ofrecen, sí, eso aceptas,
en formas diversas, complejas, perfectas,
la experiencia, a veces, es la mejor lección.
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