Pachiza 1985, mi tía Lola vivía casi al final de una calle, su casa se ubicaba en la esquina de Jr. Jerusalén y Jr. Miraflores, a esa calles le pusieron el nombre de Jerusalén porque desde muchos años atrás era el camino que se dirigía al fundo Jerusalén de Don Bonifacio y también con el tiempo fue la entrada a Pachiza desde Juanjui, por ahí siempre llegaba desde Juanjui un cura para realizar su misa de los domingos; y Jirón Miraflores porque en esa calle abundaba muchas plantas llamado chirisanango que tiene florecalle-pisagua-de-pachiza-1972s blancas y algunas moradas pero paraban llenos de ichichimes.

La casa de la tía Lola era de palma y se perdía bajos los arboles de mangos, como ella vivía cerca a mi casa, siempre venia a visitarnos, nuestra casa estaba solo a una cuadra. En unas de sus visitas le dice a mi papá.

-¡Primo!. Mañana venderán carne de res en el mercado.

-Si, enviare a alguien a comprar-Contesto mi papá

-Aya, yo deseo ir a comprar, primo.

-Entonces en la madrugada que te acompañe mi hija Rosaura – Contesto de nuevo mi padre.

-Listo primo, entonces en la madruga paso por acá.

La tía Lola ayudo un rato a mi mamá en la cocina, se puso a soplar el carbón de la tuchipa para que el platano este asado mas rápido, mientras mi mamá freía los huevos de chacra para la cena. Yo de chismoso me acerque a la tuchipa con mi alcuza y me di cuenta que la olla donde estaban preparando el té, no tenia nada solo agua hirviendo.

-Mamá pero no echaste nada a la olla-Le dije

-Hay, yo tendré diez manos, anda traiga unas hojas de naranja y póngale en la olla-Me dijo

Yo con la alcuza en mano salí en busca del naranjo y cumplí la orden. Luego nos sentamos junto a la mesa y mi papá dio un silbido y todos mis hermanos vinieron a cenar, pobre el que llegaba después del segundo silbido no cenaba.

Después de cenar salimos a estar sentado con mis hermanos en el patio de casa mirando las estrellas y jugando, a una rato escuchamos una orden de mi padre: !Todos a dormir¡. Y todo nosotros a la cama.

-¡Rosaura!-Dijo mi padre

-!Si papí¡-Contesto mi hermana

-Mañana a las 4:30 te levantas y te vas al mercado, y compras 2 kilos de carne, en la mesa está la plata.

-Ya papí-Contestó ella.
Todos nos quedamos dormidos pasaron las horas y a la 4 de mañana mi mamá ya le estaba despertando a mi hermana para que le espere a la tía Lola, a unos minutos se escuchó que los perros ladraban.

-Hu, Huuu… Ya esta lista la Rosita-Dijo la tía Lola

-Si, ya sale prima-Dijo mi mamá.

Mi hermana Rosaura todo su ojo con legaña de la casa salio y se escucharon que la tía Lola le dijo: «Hay que avanzar porque sino va haber mucha cola». Y se fueron.
Pasaron 2 horas y ellas regresaron asustadas.

-Que paso-Dijo mi mamá.

-Hay, prima la Lamparilla nos a perseguido-Dijo la tía

-Si, mamí nos a seguido-Dijo mi hermana.

-Como va haber lamparilla en el pueblo-Dijo mi padre

-Si primo, es verdad, acá no hay carro y peor cosas que vuelan-Dijo la tía.

-Haber cuéntanos que paso-Dijo mi mamá.

Yo en ese momento di un brinco de mi cama y salí a escuchar la noticia. Y mi tía Lola empezó a contar: Salimos y fuimos caminado, la calle estaba bien oscura, no se veía casi nada pero se seguía caminando, de pronto vimos una luz bien potente como si fuera una lampara petromax, esa luz estaba por el cerro y venia hacia el pueblo, creo que nos vio y comenzó a venir por la calle y desendiosé a unos 5 metros de altura, venia en en forma de six-sax, emitía un ruido como suena la lampara petromax, venia y venia, Rosita se escondió en las plantas de jardin de una casa
y yo le seguí, cada ves estaba mas cerca, yo le dije a Rosita que no haga bulla y nos tendimos en el suelo, Rosita quería llorar, yo le decía que no haga bulla, en un rato escuchamos pasas la luz emitiendo un ruido muy fuerte, voltie a miar y solo vi una bola de luz, era grande, llegó a la esquina y se elevó de nuevo, nosotras salimos corriendo hacia el mercado, Rosita estaba que lloraba, cuando llegamos al mercado nadie estaba haciendo cola, todos estaban hablando de la lamparilla, y me dijeron que comenzó a venir de abajo en dirección a la plaza, su luz cambiaba de color rojizo a azulado, todos nos asustamos y dijimos que ese es la Lamparilla pero antes de llegar a la plaza desapareció, se fue por otra calle.

-Si papí, yo le ví, da miedo-Dijo mi hermana.

-Que les va dar miedo, yo a ese le pongo en mi bolsillo-Dijo mi padre.

-Como primo, ese es el demonio-Dijo mi tía

-Si sus abuelo atrapo uno y cuando lo había dominado se convierto en gusano-Dijo mi padre.

-Primo, dice si lo agarran se convierte en tesoro-Dijo mi tía.

-Que va, cuando sus abuelo agarró uno, esa noche hubo una tormenta y se llevo todos sus animales-Dijo mi papá.
Todos dijimos cuéntanos, cuéntanos y mi padre dijo: «otro día les cuento, tengo que ir a mi chacra».

Autor: Rusbel Galán Marín