Somos como dos almas que un día encontraron el camino de la ilusión, percibieron un futuro armonioso, lleno de emociones y dicha, somos aquellos que supimos ver la luz detrás de la noche, aquellos que arrancaron de su corazón la desdicha, que comprendieron el camino a seguir a pesar de la infidelidad sin consuelo, somos actualmente seres reencontrados bajo un mismo cielo donde reina la paz.
Aquello, que separo nuestros tiempos partieron lejos, dejando sombras y despecho, el sol salió prontamente y la cárcel de la mente se extinguió para dar lugar a una farsa, ya que nunca sucedió, aún navegamos las mismas aguas, con recuerdos y sensaciones diferentes, pero de todas maneras se concretó ese tiempo.
Lo bueno de la juventud, los sueños cumplidos, todo lo que nos regaló la vida. ¡En fin, hay tanto para describir una gran historia! Ella y el desconocido adán…

A-M-R