Atento a las señales, logro manejar los impulsos. Intento cada día manejar el ritmo de mi pulso Si a veces siento que puedo caer al vacío mastico la suave brisa del vértigo para darme así un pequeño susto y que me cure de espanto el hastío. Ansío todo lo que me daba vuelta por la cabeza. Ansío todo lo que me daba calor al cuerpo. Ahora detesto el calor. Extraño el blanco del invierno.
Texto agregado el 28-03-2024, y leído por 81 visitantes. (0 votos)