Una bienvenida con roce de mejillas,
Una mirada perdida, un ¿como estuvo tu día?
Y mientras se abre la puerta y tu reflejo en el espejo, me deja a medias tintas

Una vez adentro comienzan las charlas,
Hay música de fondo, pero no me entero
La conciencia perdida en tus ojos cuando los veo
Quiero acariciarte, comerte la boca de un beso

Varios sucesos me dejan perplejos,
Tus ojos llorosos al recibir el obsequio,
Ese abrazo eterno donde nos dijimos mucho
Aferrandome más al sueño, de quererlo todo de nuevo

Intimamos entre besos, entre copas de vino
Y tus labios siempre fueron el destino
Miradas con cariño, con miedo al destino
Al arriesgar eso tan fino, tan valioso, tan íntimo

Ese cálido sentimiento, al abrazarnos con fuerza
Me regalo un lugar seguro, dónde mis voces no me atormentan.
Pudiendo dormir tranquilo, hasta que amanezca