TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / KARISTESE / Juntos por siempre parte 7

[C:618135]

Juntos por siempre parte 7

Un año después…

Todo había cambiado para la familia. Camila estaba por cumplir los nueve años, Abraham había cumplido tres añitos, Israel y Oscar celebraban un año de feliz matrimonio mientras que Alex y Cintia seguían manteniendo sus fechorías en secreto. Alex se había vuelto un experto en la cama. Cintia se despojó de toda culpa y disfrutaba del sexo con el joven. Aquí, Oscar aprendería un don que no todas las personas tienen, el don del perdón. Aprendería muchas cosas, por fin sería un hombre maduro que no se deja llevar por las emociones, supuestamente.
Nuria continuaba con sus clases particulares. Los alumnos terminaban su regularización otros llegaban y pocos regresaban porque algo había quedado pendiente, hasta el momento nadie había tenido quejas del servicio de Nuria. Margarita ya tenía un año de conocer a la maestra y que llevaba a su hijo. Ella decidió ser honesta con Nuria después de un año de aquel horrible encuentro que tuvo con Israel. Era jueves cuando Margarita le dijo a Nuria lo que había pasado.
-Creo que tu hijo ha tenido un gran avance. Talvez necesitará que venga uno o dos meses y terminaremos – le dijo Nuria en el patio de su casa.
-Gracias. Nuria, hay algo que debo decirte – Margarita se sentó en una silla del patio.
-Dime. Te escucho.
-Creo que esto cambiará las cosas.
- ¿De qué hablas? ¿todo bien? – Nuria le pregunta angustiada.
-Es respecto a uno de tus hijos.
Nuria la escuchaba atentamente.
-Quiero que primero me escuches y después decidas qué hacer.
Margarita le contó lo que sucedió en el pasillo del hospital, que le dijo maldito marica y que le escupió y rompió su receta médica en la cara. Le dijo que ella misma fue la que se disculpó con Israel cuando supo que era hijo de Nuria, pero sus disculpas fueron sinceras. Israel en todo momento fue un caballero, pero no tenía que soportar las groserías de esa mujer.
Nuria escuchó todo lo que la Margarita le estaba diciendo. Sí, estaba molesta. Había ofendido a su hijo mayor.
-Entendería que ya no quisieras atender a mi hijo.
Margarita se levantó cuando Nuria le pidió que se sentara.
-No, espera. Siéntate. Gracias por tu honestidad. Fue un grave error lo que hiciste. Lo que está mal es ofender al otro por lo que siente.
-Lo sé. Me equivoqué.
-Tranquila. El plan de trabajo que tengo con tu hijo es una cosa y lo que estás diciendo es muy distinto. Ofendiste a uno de mis hijos. Al final te disculpaste porque sabias que es mi hijo, no porque realmente quisieras disculparte. No te preocupes, seguiremos trabajando normal por tu hijo. Es todo.
Más claro, ni el agua. Nuria no quería nada con Margarita. Fue honesta, juzgó a Israel y lo ofendió. Se disculpó, pero por cierta conveniencia.
Nuria continuó atendiendo al hijo de Margarita sin mencionar aquel evento.
Mientras eso pasaba, en casa con los nuevos esposos todo machaba aparentemente bien. Israel no se atrevía a decirle a Oscar que le ayudara en la casa. Oscar era bastante flojo en las labores del hogar. Su ropa estaba tirada en el sillón de la recamara. Sus calzones los dejaba en el baño, en el piso, los calcetines en la cama. Eso disgustaba a su esposo que es todo lo contrario. Israel es un joven ordenado, un joven que tiene todo en su lugar. Eso no redujo la pasión y el amor que uno siente por el otro. Pero como ya habíamos mencionado, Oscar recibiría varios golpes que le cambiarían la vida.
Los dos esposos ya habían hecho el amor por toda la casa. En repetidas ocasiones lo hacían en el sillón de la sala. Oscar se colocaba sobre Israel, los dos gozaban de sus cuerpos como siempre lo habían hecho. Hasta que se les ocurrió la gran idea de comenzar a grabar videos. Videos que eran para uso personal en una cámara de alta definición. Seguían con el jueguito de enviarse fotos ardientes, desnudos. Sus juguetes sexuales y la cámara los tenían guardados en un cajón del ropero con llave.
-Mi amor ¿y si vamos a un hotel? – le propone Oscar.
- ¿Para qué? Si tenemos una casa. Si quieres lo hacemos en el patio.
-Anda. Vamos a un hotel. Y grabamos un video ahí.
Oscar convenció a su esposo de ir a un hotel y grabar un video.
-El estacionamiento está cerrado – dice Israel.
-Me voy a bajar y pregunto dónde podemos estacionar el carro.
En ese momento Alex y Cintia salen del hotel y sí, los dos se besaron afuera del establecimiento. Para Israel fue sorpresivo a su hermano. Alex continuó besando a Cintia e introdujo sus manos en la parte trasera del pantalón de la mujer. Cintia hizo lo mismo, introdujo sus manos en el trasero del joven. Aquella imagen fue algo perturbadora para Israel que de inmediato se quejó de lo que estaba viendo.
- ¡Pero qué demonios pasa aquí! – gritó Israel al volante del automóvil.
-Vaya, vaya. Mi mamá la pasa espectacular – expresó Oscar.
- ¿No vas a decir nada? Oscar, mi hermano le agarró….
-Dilo, tu hermano le agarró las nalgas a mi mamá – Oscar dijo tranquilamente.
- ¿Pero? ¿qué estás diciendo? Míralos ¡Es tu mamá y mi hermano!
-Lo veo. No me tienes que gritar. Veo perfectamente que tu hermano y mi mamá salieron de un motel y es obvio que estaban cogiendo.
-Cállate. Eso no puede ser. Pero en este momento me va a escuchar.
- ¿A dónde vas? – Oscar detuvo a su esposo tomándolo del brazo – No vas a ir a ningún lado. Los vas a dejar que hagan lo que quieran.
-Pero…
-Israel, nosotros somos los menos indicados en dar lecciones de moral ¿o ya se te olvidó que tú te cogías a mi novia y que yo tuve sexo con tu novio? O que ¿tu ex novio es el papá del hijo que tuvo mi exnovia? ¿tú les vas a hablar de moral a ellos? – Oscar trataba de ser congruente – mi mamá puede hacer lo que le pegue la gana. Ella es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera. Soy el menos indicado en decirle lo que tiene que hacer. Estuvo trece años en la cárcel, hoy está libre. Que haga lo que quiera. Si se quiere coger a media ciudad, está bien.
-Pero es tu mamá con mi hermano.
-Ay, Israel. Tu hermano ya no es un niño. No están haciendo nada ilegal. Están haciendo lo que tú y yo hacemos prácticamente toda la semana. Sexo. Cogen. Y seguramente lo hacen riquísimo porque mi mamá está buenísima. Es una MILF bien hecha.
Alex se fue en un taxi a su casa mientras que Cintia caminó al metro.
Cintia y Alex continuaban manteniendo sexo en ese hotel. Lo hacían sin culpa alguna. Cintia se entregaba en cuerpo y alma al joven que se había convertido en un tigre en la cama. Experimentaban todas las posiciones, se hacían sexo oral, sexo anal, besos de lengua. Cintia le pedía que le hablara sucio en la cama. Los dos disfrutaban del placer de sus cuerpos.
Alex había decidido cambiar de carrera. La filosofía ya no era suficiente. Quería estudiar psicología. Habló con la directora de la carrera de filosofía para cambiarse a psicología. No le gustó nada la idea porque el joven pasaría a tercer semestre. En la universidad ya le habían autorizado el cambio de carrera. Ahora faltaba que sus padres se enteraran de aquella situación.
Alex le dio vueltas al asunto, decidió no decirle nada a sus padres tal como pasó con el viaje a Canadá. Pero una llamada cambió las cosas.

Continuará…

Texto agregado el 10-03-2024, y leído por 34 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
12-03-2024 Te sigo leyendo en cuerpo y alma. eRRe
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]