Yo quisiera poder ver el pasado desde mi futuro,
aprender de los tres tiempos mi camino a seguir,
quisiera poder acceder a un pasado sin mascara,
sin la protección temporal de benévola memoria,
la necesaria opacidad para el más ansiado olvido.

Quería desenmascarar este tan agónico presente
esa fantasmagórica Imagen de un forjado retrato,
que me retrasa, que me avisa sin dar un consejo,
letargia obsoleta que no me lleva a lugar algún,
camino que debo seguir sin pausa, sin reticencia.

Volveré a mi vuelta para poder llegar hasta aquí,
al lugar del cual partí, a la propia casilla de salida,
al grato recuerdo no transliterado en que me halle
en la memoria fiel, en ese mi momento protector,
yo nunca volveré al mar hasta hacer la digestión.

Porque no quiero más el pasado que se reinventa
ese que solo es la sórdida amañada perspectiva,
subjetiva mirada que me agrada en retrospectiva, y en su dictado, en su más indecorosa proclama
ese ingenuo que solo me va a tocar la genitalia.

Y si de los tres tiempos debo elegir tan solo uno,
iludido por ese mi cordial pasado desmemoriado
que escribe mi biografía sin pedirme autorización,
desahuciado por un futuro en el que nunca creí,
quedaré en este presente que no me representa.

JIJCL. 9 de marzo de 2024