Una mujer en el cementerio.
–––Hola querido, vengo a despedirme, además a pedirte perdón por no haberte visitado estos meses, lo que sucede, aunque pienses lo contrario es por tu culpa. ¿Te acordás que te la pasabas diciendo que aprendiera a cocinar? bueno, te hice caso, y por eso no tengo tiempo, voy a clases de cocina y no te imaginás lo bien que me va. Nunca te lo dije, pero estoy pagando un curso de cocina con un chef que no solo cocina, sino que enseña de maravilla. Él fue el que me enseñó a cocinar la última cena que tuvimos, no vas a negarme que estuvo deliciosa, salvo por el postre que me decías que estaba un poco amargo y que yo no probé porque estaba repleta con tanta comida deliciosa, pero que como glotón que eras, aunque amargo te lo comiste todo. Bueno, no te entretengo más ¿Te acordás del seguro que habías hecho? Lo acabo de cobrar y como habíamos planeado ir al Caribe durante tantos años y por una razón u otra nunca me llevaste, decidí irme unas semanas, pero no te asustes, no voy sola, sabes que no me agrada viajar sola y que tampoco sabría qué hacer por eso invité al chef, me hubiera gustado que lo conocieras. !Es tan servicial! Si demoro en venir a traerte flores, no te preocupes, ya sabes como soy, por ahora me llevo muy bien con el chef, de lo contrario… bueno, ya me conoces y como estoy aprendiendo tanto de cocina, quizá lo amargo del postre lo pueda solucionar.
Omenia
29/2/2024
|