breve ensayo sobre el altruismo


Es de público conocimiento que el altruismo está ligado a lo noble del ser humano, a lo loable, a la bondad. Por oposición y acumulando los vicios y lo negativo esta el egoísmo.
Veamos que dice el diccionario:
altruismo.
(Del fr. altruisme).
1. m. Diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio.
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egoísmo.
(Del lat. ego, yo, e -ismo).
1. m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.
2. m. Acto sugerido por esta condición personal.
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Parece una obviedad entender que el altruismo es una virtud y que el egoísmo es todo lo contrario.
Pero, propongo, que bajemos a tierra estos conceptos. La “diligencia en procurar el bien ajeno aún a costa del propio” daría a entender que quien adopta al altruismo es alguien dispuesto a poner al “otro” por encima de uno mismo.
Uno imagina los infinitos casos de coraje y valor de tantas personas abnegadas que a riesgo de su propia vida procuran salvar la vida de el/los demás, y con esto no puedo discutir que me encanta la idea del altruismo. Ahora esto implica entender que, para ser altruistas tiene que haber dos o más personas involucradas y un espíritu colectivo, social.
Bajando un poco más los conceptos voy a tratar (bajo mi responsabilidad) de clasificar a los altruistas.

Altruista Genuino: Este es el más abnegado y sincero de los altruistas, Ej.: La Madre Teresa de Calcuta (también incluyo a Gandhi, Juan Pablo II y a tantos otros).
Es gente que cree, obra y acepta convencida de que todos los que están peor que él o ella merecen su ayuda. Dan su vida, su esfuerzo y su amor a todos aquellos necesitados. Claro está que definir “necesitados” parece obvio, pero entraña riegos que deben ser asumidos para no equivocarse o para aceptar equivocarse, ¿se entiende?

Altruista Político: Este es el altruista que hace el bien por el que dirán, porque “queda bien”, por la admiración y el respeto de los demás… sin comentarios.

Altruista Atrapado: Este es el que no puede dejar de ser altruista, aunque no está convencido Ej.: la mayoría de los trabajadores de la clase media.
Estos están obligados por leyes y gobierno a “contribuir” para el bien de los “más necesitados” … también sin comentarios.

Y finalmente están los

Altruistas por conveniencia: a esta clase pertenecen dos tipos de personas verdaderamente egoístas que utilizan los argumentos del altruismo en su propio provecho, Ej.: Gobernantes o poderosos que incitan y obligan a todos los “altruistas” a ser altruistas. Ellos identifican cual es el bien común y exigen gestos (habitualmente económicos) para que unos “altruistas” beneficien a otros necesitados casi siempre quedando ellos excluidos de este “gesto”.

También dentro de este grupo están los otros altruistas por conveniencia, ellos están en el otro extremo de la sociedad, los “supuestamente” necesitados, estos son los que exigen a los altruistas generosidad simplemente porque ellos no tienen lo que lograron los otros, y aquí no importa el sacrificio y el esfuerzo que haya realizado el otro para tener lo que reclama el primero como reclamo “justo”…
¿Nunca se preguntaron porque, si en una esquina, no dejan que le laven el parabrisa de su auto porque ya está limpio, y además no tienen una moneda para dar, porque ya la dieron en la esquina anterior, tienen que recibir un mal gesto o un insulto?

Lamentablemente quedan fuera de esta clasificación los verdaderos necesitados, son los que no hablan porque no pueden, son los jubilados, los enfermos, los discapacitados, los marginados, los pobres… a ellos casi nunca les llega el altruismo de sus semejantes.

Vale la pena leer la historia para recordar cuantos “nobles” ejemplos de Altruismo produjo la humanidad en nombre del “bien común”. (Inquisición, holocausto, nazismo, comunismo, fascismo, guerras, etc. etc.)
Es notorio lo fácil que resulta convencer a la gente de ir en pos de ideales como la bondad, la paz, la libertad y convencerlos de sentir estos nobles conceptos para hacerlos marchar con armas y cañones a defenderlos…
Tampoco hace falta mucho conocimiento de historia, basta leer el periódico y encontrar frases en la boca de nuestros gobernantes como “redistribución equitativa de la riqueza”, “erradicación de la pobreza”, “paz social”, “memoria histórica”, “justicia social”, “derechos humanos”, etc. etc. para emocionarse hasta las lágrimas con la nobleza de las palabras y los sentimientos.

Dicho esto, uno podría decir que tiene clasificada a casi toda la humanidad, pero todavía faltan los más “perversos”, la lacra de la sociedad.

Los egoístas.

Estos seres, autosuficientes, que se apartan del rebaño, y que nadan contra la corriente social, son además de egoístas, obviamente individualistas. Ignoran a la sociedad que sufre y no ayudan (ni piden ayuda). Por definición (ver arriba), Tienen un “inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás”, cuantos adjetivos… inmoderado, excesivo, desmedidamente… Si, esta claro, esta raza “infrahumana” se quiere mas a si mismo que al resto. La sociedad y las órdenes del gobierno les importan un bledo, el razonamiento colectivo y las definiciones de bien común… inclusive de “Bien” y “Mal”, les tiene sin cuidado. No aceptan los conceptos ya definidos, los desafían. Son rebeldes.
Es cierto que también de estos hay dos tipos:

Egoísta por egoísta: Es el que cree que es el centro del universo, el ombligo del mundo, y que pisan a los demás sin piedad… ¡Oia! Casi se parecen a algunos altruistas ¿no?... creo que todos conocemos ejemplos.

Egoísta genuino: Es el que se quiere asimismo más que a los demás, no como un fin sino como una forma de vida. Es el que pone en tela de juicio permanentemente a los conocimientos establecidos, la moda, la sociedad, es un transformador desde su individualismo y es el que, casi diría sin querer, curiosamente consigue los mejores logros para el bien común. Son los “desgraciados” que, para su propio beneficio, inventaron el fuego, la rueda, el barco, el motor, el avión, y si… también las armas.
No pensaban en mejorar la sociedad, solamente pensaban en ellos mismos y como mejorar lo existente o descubrir una verdad. Entre los muchos ejemplos puedo citar a Sócrates, Galileo, Pasteur, Edison, Marconi, etc.… El uso que se le dio a sus descubrimientos por los altruistas en el poder, (los mismos que los combatieron casi hasta la muerte) difícilmente podamos achacárselos a los inventores. Suena absurdo decir que Pasteur inventó la guerra bacteriológica ¿no?
Estos seres lucharon por su verdad y sus ideales con verdadero “egoísmo” y hoy, mucho después de sus muertes los veneramos por los beneficios que nos trajeron, pero en su momento nuestros antepasados altruistas los torturaron por rebeldes, ateos, herejes y… egoístas.

¿Entonces, en donde estamos?... no lo sé. Mi corazón me dice algunas cosas y mi mente otras, vivo dividido entre ideas y emociones.

Creo que detesto a unos y admiro a otros. Pero, sobre todo, admiro por completo a una extraña categoría a la que llamo Egoísta-altruista… (Yo solo me entiendo).
Lamentablemente creo que, socialmente, pertenezco a la más abundante y peor clase de todas, El Altruista Atrapado, comúnmente llamado pelotudo útil.