Había que subirla
Para llevar al hombro
Todos los peumos y boldos
El litre añoso
Las roblerías
El chagualillo azul y fucsia
Las lagartijas engordadoras.
Trajimos todo eso en los sudores
Y también el agua de cuarzo
Para llegar arriba infinitos en la piedra
Y apropiarnos una sombra angosta
Violenta sobre el vuelo de los cóndores.
Ya de vuelta aún me late en las sienes
La cumbre, plomo quebradizo
Y el sol blanco, brumoso, costero
Me empapa albino las pupilas
Como una pregunta seca
Pronunciada insistentemente.
Texto agregado el 12-10-2004, y leído por 232
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Lectores Opinan
24-12-2004
alma de chilenaaaaaaaaa. hermosa natura que bulle en tus venas y en tu piel.admiro tus escritos. buhonero
21-12-2004
Aunque hay en este texto varias palabras que no me son familiares, el efecto evocador es perfecto para mí. muertelenta