Vuelvo mareado, medio cansado.
Las micros no pasan y me tomo un café.
La vida me pasa rozando mi cara,
y yo "ni la pesco" de tanto pensar.
Los vicios se asoman y yo me los zampo,
y luego de eso me vuelco a dormir.
La noche me dice que la vida es corta,
y la mañana me cuenta que todo va a pasar.
No hay nada eterno, nada permanente,
pero si tan solo un poco de vida me pudiera regalar,
crearía un futuro donde descansar
y buscaría un camino más elocuente.
Sigo mareado y enfrentando mis palabras,
las cuales vomitadas ya están.
Texto agregado el 23-02-2024, y leído por 117
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