EL HORNERITO ENAMORADO
CUENTO PARA NIÑOS
El hornerito que vive en el fondo de mi casa, está enamorado de una hornerita que vino a pasar las vacaciones en la arboleda de la casa vecina.
Se acicala con su pico todo el día, quiere lucir las plumas más brillantes de la cuadra, porque lo que más desea es impresionarla.
Ella ya se dio cuenta, pero no le dice nada. Le encanta la incertidumbre de él cada vez que se encuentran de casualidad. Cuchichea y se ríe con sus amigas porque hasta el pio, pio, le sale raro.
El pobre no tiene experiencia en estas cuestiones de plumas, pero es muy trabajador. Ya está construyendo su casita, sin plano ni arquitecto, ni nada,
Con una sala y una alcoba. El sabe que será fresca en el verano y calentita en el invierno.
¡El único problema que tiene es cómo entablar amistad con la hornerita y ni siquiera sabe su nombre!.
Don Pancho, que es el más viejo de los horneros y abuelo de unos cuantos, prometió ayudarlo. –Llévale un gusanito y pregúntale su nombre. –Aconsejó-
Entonces Hornerito escarbó la tierra, -¿Qué quieres?- interrogó, asustado y acurrucándose, háblole de su amor, contándole sus planes a lo que la víctima respondió -¿y yo que culpa tengo? -¿no se usa más el cortejo llevándole una
flor?-
Quedó pensativo y fue en busca de la flor, halló una hermosa margarita, limándose las uñas. -¿Porqué justamente yo?- Dijo tristemente ella.
Quedó más desconcertado que antes y retriste.
Con la cabeza gacha, sus alitas entrecruzadas en la espalda y pateando piedritas, salió a caminar.
-Tengo que conquistarla- se decía – pero sin lastimar a nadie.
Al oír, don Grillo, sus lamentos, se despertó y escuchó las confidencias de su amigo y conmovido le dio esperanzas y lo alentó a seguir adelante. Esta noche saldremos de serenata- le dijo – y puedo asegurarte que ninguna pajarita se resistió a nuestros cantos,- ilusionado Hornerito hacia plaf., plaf, plaf, con sus alitas – Con doña chicharra, el coro de ranas y las luces psicodélicas de las luciérnagas, vas a ver que no fracasaremos y la tendrás rendida bajo tus alas.-
Llegó el momento esperado, la noche se llenó de armoniosos cantos y de luces que se prendían y apagaban.
La hornerita emocionada, antes de salir a agradecer la hermosa serenata, se miró en un pedazo de espejo y coqueta se arregló el flequillo, ensayó una caída de ojos y con pasitos ligeros, salió al encuentro del amor. No hicieron falta palabras, se miraron y quedaron hechizados.¡No podían desviar sus miradas!. Alguien dijo ¡Amor a primera vista!
Con un hilo de voz se presentó: - Mi nombre es Punqui – y miraba, haciéndose de la distraída, hacia abajo.
No se esperó mucho y se estableció el compromiso.
El día que se casaron, fue una gran fiesta en la arboleda y los vecinos quedaron aturdidos ante la algarabía de los invitados.
Se fueron de luna de miel en un largo, largo paseo y después habitaron la casita que Hornerito había preparado.
Y cuentan que hasta el día de hoy persona o animal que pasa por allí, puede ver la felicidad que reina en ese hogar donde ya cantan unos polluelos.-
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