¡Cómo pasa el tiempo!
Parece mentira lo rápido que pasó el tiempo aún no lo puedo creer, si parece que fue ayer que entraba en esta misma iglesia del brazo de mi padre que orgulloso me acompañaba hasta el altar.
La gente llenaba la iglesia, familiares, amigos y algunos vecinos, todo era alegría, ¿te acuerdas?
Ella también estaba, mi mejor amiga. Nunca imaginé lo de ustedes, pero estaba visto, ella era la hija del presidente del banco mientras que yo, apenas hija de un verdulero, qué tristeza sentí cuando los vi al poco tiempo de la mano.
En realidad, creo que no llegaste a verlos, pero yo sí, aún recuerdo la sonrisa de tu madre al ver que no llegabas y el dolor en los ojos de la mía al verme sola en el altar. Eran inseparables y yo sería la intrusa entre ustedes.
Qué tristeza en el rostro de mi padre…
Pero ¿para qué recordar cosas pasadas si el presente es el que cuenta?
Me dicen los amigos que quieres volver, pero que sabes muy bien que no te puedo perdonar.
La verdad es que no es así, hace mucho que te perdoné. ¿Sabes? El vestido de novia que usé sólo unos momentos y que guardé sin saber por qué, hace mucho tiempo lo regalé, ¿te acuerdas de tu vecina, la que vivía en el fondo de tu casa? Mi madre me dijo un día que iba a casarse pero que no tenía vestido de novia y a ella se lo regalé, estaba hermosa, ni te imaginas.
Pero el que voy a usar mañana, ese… ese sí es un vestido de novia, quizá mi juventud ya se ha ido, pero esta vez estoy segura de que nada se va a interponer y aunque mi padre ya no está para acompañarme, no voy a llegar sola, voy a ir del brazo de un jovencito, el mismo que me acompañó el día que no llegaste, solo que en aquel entonces ni tú podías verlo. Pensaba decirte al dar el sí que los dos te aceptábamos, pero no pudo ser. Ese que lleva el apellido del hombre que mañana me estará esperando en el altar y al que llama papá porque supo ocupar el lugar del padre que no tuvo y al que quiere como propio, por eso te digo que no pienses en volver, aunque ya te haya perdonado, la vida tiene muchas vueltas, como la rueda de la ruleta y mañana… la felicidad me espera…
Omenia
17/1/2024
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