Asociación silicóticos y jubilación
Asociación de silicóticos.
Durante la guerra civil de 1936 a 1939, a los hombres los llevaron o se fueron y muchos no volvían. En la posguerra y hasta que murió franco en 1975, había escasez de mano de obra y las mujeres que no tenían para comer empezaron a trabajar en la mina, algunas con críos en los brazos, otras con la cabeza rapada, por rojas o por tener algún hermano rojo y fueron tanto o más esclavas que los hombres, como mujeres y como madres que solían tener en su casa a 4 o 5 hijos y al marido minero trabajando a relevos toda la semana, hasta los sábados, lavando sus ropas por ríos y regueros, además de coser y secarlas, para el lunes volver al trabajo.
En la mina, las mujeres hacían trabajos de exterior en las cintas que llamaban “reter” de selección y lavado del mineral, donde había más polvo que en el interior de la mina, cargando y sacando los sobrantes obtenidos de “eslam” (polvo de carbón mojado), en volquetes con bolsas muy pesadas (una pala de granza -carbón mineral lavado-, pesa 5 o 6 kilos, una bolsa de eslam más de 10 kilos).
Y aunque no entraban en el interior, sufrieron las mismas enfermedades de aspirar el polvo de la hulla.
Desde la llegada de Hunosa en 1967, empezaron los reconocimientos anuales por los servicios médicos de las empresas, detectando mal funcionamiento en los pulmones de algunas trabajadoras.
En 1970 se crea el Instituto Nacional de Silicosis, a donde las enviaban a reconocimiento y si detectaban algún síntoma, facilitaban el tratamiento correspondiente, cuyas historias de mujeres silicóticas se guardan en los archivos, aunque a ellas no se les reconoció la Silicosis.
En una de las visitas hospitalarias a su madre, en el hospital conocido como la Residencia del Cristo en Oviedo y al pasar junto a la Librería Ojanguren, le llamó la atención el libro expuesto en el escaparate, con el título: “La Problemática de los Silicóticos (y sus Problemas Médicos Legales”, del Magistrado Julián Ángel Avilés Caballero, Año 1969). Y entró en la librería y lo compró, al recordarle la muerte de su padre por silicosis.
Al leer el libro descubrió, que la Silicosis es una Enfermedad Incurable, Irreversible y Progresiva y que, en muy pocos casos, se estaciona.
También descubre la existencia de un Reglamento de Enfermedades Profesionales de 9 de mayo de 1962 que, aunque le costó hacerse con un ejemplar, finalmente lo consiguió y para su sorpresa, en el citado Reglamento, se indica que a los silicóticos los pueden enviar a picar en talleres inyectados y con rellenos húmedos durante dos años para para consolidar sus promedios.
El Reglamento, en su artículo 45 dice que los silicóticos de 1º grado sean trasladados a punto compatibles del interior de la mina, deben de trabajar a 150 metros de un testero donde no haya ventilación de retorno y allí donde hubiera polvareda, que no sea superior al 0,5% y dice que su salario será superior al 75% de su promedio personal.
Él, ya lo había realizado desde 1966 a 1968 y nadie le había comunicado nada. Le dan el 1º grado de silicosis en 1972, por tanto, tiene que ser trasladado a un punto compatible, que ocurrió antes de declararlo silicótico.
No habla de jornada ni de coeficiente reductor, sin embargo, a los trasladados al exterior se les incrementa la jornada a 8 horas. A los de interior, el coeficiente reductor es del 20% y a los de exterior el 15%. Cuotas injustas.
Convocaron una huelga para que los apartaran directamente a punto compatible, algunos (la minoría de los afectados), la secundaron, pero la mayoría fueron esquiroles.
¡Vaya forma de defender su propia salud!
Se enteró que en noviembre de 1972 el ministro de Trabajo vendría a inaugurar el Centro Social de Pola de Laviana y, con un abogado prepararon una carta para entregarla al Sr ministro cuando llegara. Y en la Laviana, durante la visita del ministro, con mucho atrevimiento intentó acercarse a la comitiva y lo para un policía /que le dice: ¿A dónde va Vd.? A darle esta carta al Sr. ministro. ¿Tiene audiencia? No.
¡Póngase para atrás!
Coincidió, que estaba allí una vecina influyente de El Entrego /y le dice: dámela a mí que, por la tarde, da una conferencia en el cine Sindical y se la entrego yo.
No te la doy, que quiero dársela yo. Bueno, toma esta invitación. (Vamos a comer y a las cuatro y media y espera por allí, a ver qué podemos hacer).
Cuando salieron de la comida /ella le dice al ministro, Este chico es el que quiere entregarte una carta.
Lo metieron por la puerta de atrás, le entregó la carta /que leyó Y dice: Lo que están haciendo con Vds., es una injusticia. Ya estamos en ello.
Le dio las gracias y salió por la misma puerta y con la invitación entró al cine a escuchar la conferencia.
Al año siguiente, el 30 de abril de 1973 por Orden Ministerial, los silicóticos 1º grado pasan a cobrar el 75% de los salarios normalizados de su categoría de procedencia 75%, resultando 707 pesetas.
La mayoría trabajaba a promedios de 300 y 400 pesetas y uno que siempre le criticaba y ponía reparos a su función sindical (un indeseable), que cobraba un promedio de los más bajos y cuando se les aplica aquella Ley, pasó de 205 a 707 pesetas y vino a darle una palmadita de agradecimiento, que saltaban de alegría.
Voy a pegarte una patada en los huevos, tú que me llamaste hijo (detal), porque te llamé esquirol y lo eres. ¡Quítate p'allá!
A partir de 1973, por su cuenta y riesgo y como sufragado por el Reglamento de Enfermedades Profesionales, iban a dar un “Cursillo de formación” de 6 meses, pagado por el Fondo, se puso a buscar apoyos, recorriendo toda la Asturias minera, menos en Tineo, para reclamar el 75% y hacer una Asamblea para exponer una tabla de reivindicaciones, en el cine Sindical del Entrego.
Tenían que hablar con la gente, para que desapareciera el Reglamento de enfermedades profesionales y pedir permiso a algún ingeniero, para que lo autorizara a hablar con ellos, media hora o lo que fuera y por su cuenta y riesgo, que no encontraba gente que lo apoyara, que dijeran oye. ¿En qué estás, vamos a echarte una mano?
Preparó un programa reivindicativo, para hacer una Asamblea en el cine Sindical de Mieres y pidió permiso a los dueños para ponerlo en marcha.
Se enteraron y como no pidieron permiso gubernativo, cuando el domingo van a la asamblea, había más guardias civiles allí, que silicóticos y dice uno de aquellos, que llamaban la “brigadilla” de aquel cuerpo de policías secretas, aunque había algunos que habían sido guardias civiles /y le dice: ¡Ven p'aca!
¿Qué quieres? ¿Qué traes por ahí? Esto. (le echó un vistazo). No traigo nada que sea ilegal ¿eh? esto es Ley y no estamos en contra de la ley,
No, que es legal ya lo sabemos, pero tengo una orden gubernativa de que no os reunáis en Mieres.
¿Vamos a ciegas? ¿No vais al monte?
Al monte mandáis a la Guardia Civil y andan a tiros. (¡así eh!). No es que les tuviera respeto y miedo, pero hay que atreverse).
Aquel día no hubo nada que hacer y lo comentó con los curas de la parroquia (y uno que andaba por Rio Seco, pequeñín él. /le dice: Tenemos nosotros un local ahí (era una casa de la Iglesia). El día que quieras avisas y vas, pozo a pozo, boca a boca, hablando con la gente, que iban a hacer la asamblea.
Los “brigadilla” no se atrevieron a decirles que no, pero estuvieron allí con la antena puesta.
En la Asamblea de Mieres se presentaron los Verticales (eran vocales del Jurado de Empresa que iban a Madrid a negociar para ellos y si los convocabas a una reunión, casi nunca aparecían, no iban).
No les pegaron de milagro. (Les metió una pasada, porque sabían en lo que estaban).
Explico el programa reivindicativo que tenía:
Esto es una injusticia y hay que luchar para que esto desaparezca.
Vamos a reclamar hasta el 100% de nuestra categoría de procedencia y que se nos aplique en el salario normalizado que están cobrando y que estamos cotizando por él, que los picadores, queremos por el 100%.
La 8ª hora que los hacían trabajar (él nunca la trabajó, porque lo dijo al Ingeniero a la cara y tuvo problemas, pero no lograron que la hiciera).
Las vacaciones no las pagan y las horas, el 100% de las bases de cotización.
Reivindicación de Coeficiente Reductor de 0,50 al 15%, (es un 35% que va sumando con los años de jubilación, aquello era una porquería, hasta el 55%).
Y avisó. Yo solo, no voy a ninguna parte.
No pasó facturas de lo que había andado, ni gastado, pero pidió voluntarios propuestas, que él, había cumplido con la misión y se iba. No, no, tú quédate ahí.
Salieron dos voluntarios, uno del Pozo Sotón que se llamaba como él y otro de Samuño, y se ponen en contacto con Mieres, porque ya terminaba el plazo de 5 años, que habían marcado en el Reglamento de enfermedades profesionales (y a los 5 años estaban obligados a hacer un cursillo de formación profesional, que pagaba el fondo).
Había uno de Moreda y empezó a farfullar allí, no sé qué /y le dice: ¡Vamos a ver! lo primero respeto, que no os ofendí en nada, solamente como representante de los trabajadores, /os dije lo siguiente: Mirad a ver si podéis solucionar esto con informes, con papeles y ¿Qué hicisteis? /añadiendo: Además, tú estás para callar que estás cobrando el 100% en el Pozo Santiago. (o no sabe dónde estaba).
Hay que tener cara, presentaros aquí sabiendo que lo que estamos haciendo, que sea para todos y para los que vengan detrás, que no es para nosotros, porque la silicosis puedes cogerla tu y, de hecho, eres silicótico y vienes a reprocharnos ¿Lo que estamos haciendo? Bájate de aquí o te bajo yo a hostias.
El Asesor Jurídico Laboral, los puso en contacto con los de Mieres, que no sabe a qué los llevó allí, aunque para él, era una persona que les valió mucho y les abrió muchas puertas: De La Alianza Popular, de La UCD, del PSOE, (aunque se figuraba que las tenían abiertas), del Partido Comunista y los puso en contacto con todos y los llevó hasta el Supremo.
Hizo la exposición y lo apoyaron, para decirle a la Empresa que la propuesta no lo podían aplicar, pero que tampoco harían huelgas.
Terminaron con el Reglamento de enfermedades profesionales y aseguraron que harían los posibles de no convocar ninguna huelga (porque los mineros que no apoyen esto, o son tontos o no les interesa), porque están reconocidos como silicóticos y mañana pueden ser ellos. Rechazaron la propuesta de Hunosa y de allí, empezaron a poder hablar con los Sindicatos de clase, del arco Parlamentario, los partidos políticos y luego pedir a quién sea, o al ministerio que corresponda cada cosa, porque la “Hora pertenecía al ministerio de Trabajo” y “el Coeficiente reductor, a la Seguridad Social”.
Van a Madrid y hablan con los Sindicatos, el primero “USO” del que era secretario General, José María Rubial, que luego pasó a la UGT y les dio el parabién, el apoyo del Sindicato.
Van a la UGT, con Nicolás Redondo. Van a Comisiones, con Marcelino Camacho al que ya conocía.
Después, empiezan por PSOE y los recibió Gómez Llorente, (un Diputado asturiano que estaba dando clases en la Universidad Laboral, muy atento (cogió un detalle de él, que fumaba un celta y echaba una chupada y otro de la pipa), que dijo que lo iba a comentar con la dirección del PSOE y si salía algo, que tendríamos el apoyo del Partido Socialista. (ni Alfonso Guerra ni Felipe, suficiente de momento).
El 30 de abril de 1977 sale otra Orden Ministerial. Que los silicóticos van a cobrar 75% de sus bases de cotización.
En la Orden Ministerial del 73, los empresarios no podían bonificar, porque cuanto más pagaba la Empresa, menos te pagaba el Fondo.
La del 77 permitía que promocionaran con la sana intención de que desapareciera de las Enfermedades Profesionales.
En abril de 1977 aprueban una Orden Ministerial que permite a los mineros silicóticos, cobrar el 75% de las cotizaciones de la Seguridad Social, en su categoría y se restablece el derecho de Asociación Sindical y se legalizan las Centrales Sindicales.
En noviembre de 1977, recibe una notificación por correo del Ministerio de Trabajo (de la Dirección general de trabajo, de fecha 7 de noviembre de 1977 y firmada por El director general), al Sr. Don Roberto Suárez Buelga de la Comisión de Silicóticos de primer grado de Asturias, donde se le cita para el próximo día quince, a las diez de la mañana, en la Sala de Juntas de esta Dirección General de Trabajo.
Asisten a la reunión, bajo la Presidencia del subdirector General de Ordenación del Trabajo D. José Barrionuevo Peña.
Los Asesores Representantes de los Trabajadores Comisión de Silicóticos de primer Grado de Asturias, León, Unión Sindical Obrera, CCOO.
Los Asesores Representantes de: Hunosa, Minas de Figaredo, Hullera Vasco Leonesa, Carbones de Berga S. A., Endesa, Antracitas de Fabero S.A, Minero S. de Ponferrada S.A., Minas de la Rasa, Antracitas Mina Eugenia
S.A., Unión Empresarios del Combustible, Combustibles de Fabero S.A., Hulleras de Sabero S.A,
Los representantes de los trabajadores manifestaron su total ratificación en la petición que habían formulado al Ministerio de Trabajo, en el sentido de que los silicóticos de primer grado que fueran trasladados a puestos del exterior, procediendo del interior, mantuvieran la jornada por la que se habían venido rigiendo, en base al principio “preoperatorio” y al de la condición “más beneficiosa”.
Exponiendo diversos argumentos favorables a su petición a través de distintas intervenciones que fueron apoyadas por las Centrales Sindicales asistentes al acto.
Los representantes de las empresas manifestaron por su parte, su igual ratificación en los argumentos contrarios a la modificación de la jornada pretendida por los trabajadores silicóticos, que habían expuesto en escritos dirigidos a la Dirección General de Trabajo, por suponer el traslado una modificación de las condiciones de trabajo, justificativas de la menor jornada, y porque daría lugar a un agravio comparativo de los silicóticos con destino en el interior y de la totalidad de los trabajadores del exterior.
Llevando a cabo otras intervenciones en apoyo de su postura, y para rebatir los argumentos de los asesores de los trabajadores.
Con relación al resto de las peticiones formuladas por la Comisión de Representantes de los silicóticos de Primer Grado en activo, como expuso el Sr. Presidente, no correspondía a la competencia del Ministerio de Trabajo, sino al de Sanidad y Seguridad Social, por lo que no se entraba en su estudio, si bien se permitía que las empresas en el acto informaran a los Asesores Sociales sobre determinadas dudas que tenían planteadas sobre la Orden de 30 de Abril de 1977, reguladora del complemento garantizado para los silicóticos de primer grado, trasladados a puesto de trabajo compatible con su estado.
Procediendo representantes de las empresas a dicha información y manifestando que, ellos no se opondrían a que la opción que establecía la disposición tratada se ampliara a los trabajadores silicóticos de primer grado que fueran trasladados a otro puesto compatible, después de su entrada en vigor.
En el B.O.E de finales de diciembre de 1977, con entrada en vigor el 1 de enero de 1978, queda aprobada la desaparición de la 8ª hora de trabajo gratis, que los mineros estaban obligados a entregar al Estado.
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Él, de aquella también estaba en punto compatible, apartado de los vicios del polvo que tiene la mina (si eres silicótico de 1º grado, puedes trabajar en el interior y el exterior de la mina, en zonas no agresivas para el organismo).
Se jubiló en el 86 y en el 90 le dan el 2º grado de silicosis (el 1º con interferencia) y cuando le llega la carta de la Dra., que lo trataba con el 2º interferencia, va a la consulta /y pregunta.
Oiga doctora. ¿Qué es Interferencia? ¿Tengo que poner algún tratamiento?
No, no, es que te encuentro algo de bronquios. Le revisó la valoración de la enfermedad, para cambiar los dineros de la Caja de jubilaciones y le llega la Resolución con Silicosis de 2º grado, invalidez total, no absoluta.
Fue a la Caja de Jubilaciones, donde lo desvían al secretario y fue a verlo.
¿Por qué a mí me pones esto de 55%. ¿No tengo derecho al 75? Pasaba de los 55 años. /y le dice; Vete a Magistratura.
¿Cuántas sentencias tienes ahí?
Con una que tenga, ya tengo bastante.
Pues vas a tener dos. ¿Por? Porque voy a ir a través de ¿no sé si del Supremo? /Le dice el secretario: Para ir al Supremo necesitarás una sentencia negativa, porque si no. ¿Qué argumentos presentamos?
Va a Comisiones donde había para él, el mejor abogado laborista de España y nada más verlo. ¿Coño, Roberto, que traes por aquí? /y le explicó: ¿Tú ves posible que se pueda? ¿Por qué no?
Pues haz el recurso a tu manera y cuando lo tengas, me lo enseñas y ya te diré si estoy conforme. Debes alegar con el recurso, que la silicosis es una enfermedad incurable e irreversible y que en muy pocos casos estaciona.
Esperó dos años por el recurso y se lo aprobaron y cuando tuvo todas las contingencias y a la Seguridad Social parada (que creía que le pertenecía desde 1975, porque del 72 al 90 pasaron 18 años y en el 70 tenía el primer grado de silicosis y en el 72 el segundo) y le vino aprobado, fue a Cabal.
Ahí tienes. A mí no me vino todavía. ¿Quieres hacer una copia de esta?
No la hizo. Ya le llegará.
Bueno, ahora andas por ahí.
Ahora ando con lo que tengo que hacer, informando, porque no somos responsables de que tu jefe... ¿Qué jefe? Tú, ¿crees que soy idiota?
¿Quién te puso aquí? Tu jefe, Felipe González.
¿No eres socialista? ¿Quién es el jefe?
Agachó la cabeza y se calló. /y siguió diciendo: Si lo tuvieras que pagar tú de tu bolsillo, no lo quiero, pero como lo tiene que pagar el Estado y soy un contribuyente, voy a decir al Sindicato que envíe una circular a todas partes, donde haya alguno que esté en mí misma situación de jubilado, para que lo reclamen.
Con el 75%, en el 2019, solicitó un exploración de silicosis en el HUCA y le enviaron una carta, que no tenía derecho, porque pasó de silicosis a jubilación.
Pasó de Jubilación a Silicosis. Fue al Montepío de la minería, que tiene asesoría jurídica y habló del problema diciendo que no quería gastar dinero, pero necesitaba asesoramiento, ya que tenía varias sentencias y no sabía que podía hacer.
Traigo unas Sentencias de 2003 y de 2005, de dos compañeros de León, que estaban en la misma situación y de Silicosis pasaron al Régimen Especial, porque era más beneficioso y no se las aprobaron.
Y la suya, de cuando pasó a la jubilación en 1986 y cuando, con la Sentencia del Supremo, le dieron el 2º grado de silicosis.
Le dice al secretario y pregunta. ¿Tengo que ir contigo? No, no.
Entonces voy a marchar. Subió a la planta superior y habló con la que había firmado la carta /que le dijo: Discúlpeme.
No, si yo defiendo mis derechos, acepto sus disculpas y conmigo no va a tener ningún problema.
Enseguida lo llaman por teléfono para hacer el reconocimiento. y lo citaron. Pasó por silicosis en el HUCA y había una médica que conocía de cuando lo llamaban a colaborar con el libro blanco del Departamento Técnico de investigación minera, donde había fichas suyas de cuando iba a reconocimiento y pasaba a saludarlos, con buenas relaciones, aunque ellos estaban a lo suyo.
Fue a silicosis y encontró a una doctora. /que le dice: ¿Todavía andas tu por aquí?
Sí. (Tenía sospechas que era familiar de un inspector de la Seguridad Social y de las Mutuas de Seguros de Accidentes, que era un crecido). De aquella todavía había pensiones parciales. La pensión parcial si se tenía suerte, la daban, si no cheque, (toma, firma y a tomar por ahí), que de esos cogió muchos el Montepío.
Te daban la indemnización, los daba de alta La Caja de Jubilaciones de la minería, seguían cotizando y establecían una paga.
Cuando lo llamaron (estaban mirando el historial y les dice), quiero saber de qué vienen estas interferencias que indican aquí, que no estaban diagnosticadas en el informe. Sabían que tenía diagnosticado artrosis generalizada por el cuello, que camina muy bien, hacía ejercicio y no siente molestias, nada más que al caminar, porque una rodilla la tiene afectada desde la mina y cuando está dos o tres días parado, se resiente.
Levántate y camina.
Camina y no le molesta para nada, hace cosas no bruscas con la cintura, hace rotaciones y gimnasia, que jugó algo al futbol y hacían gimnasia, muy aproximado a los ejercicios que hacían de mantenimiento.
Lo reconoce y pregunta si quiere hacer análisis de sangre. Nunca se negó. /y dice: Mira, (se tuteaban, que se conocían), antes siempre me reconocían y me hacían análisis de orina, electrocardiograma y no sé cuánto más y pregunté varias veces por qué ahora no y siempre apuntaban con el dedo hacia arriba, pero nadie hacía nada.
Un día subió a hablar con el director /y dijo: Que era mucho coste.
Que la orden venía del Principado /y respondió: Pues voy a ver a Areces. No fue.
¿Quieres hacer análisis de sangre? SI. (y le hicieron electrocardiograma, espirometría, análisis de sangre, que eso nunca dejaron de hacerlo, al menos a él.
/y dice ella: Bueno, tienes que ir al cardiólogo y hacerte un TAC. No le llamaron para hacer el TAC ni la consulta a cardiología y lo volvieron a citar a Silicosis.
(y al comentar que no le habían llamado todavía. la doctora responde: No es necesario, no te hace falta que ya encontré en el TAC lo que tienes y esto es un 3º grado de silicosis:
Toma el informe, con el diagnóstico y le dice que, con ello, vaya a la autoridad y si pasa algo y no lo avisan, que vuelva. Lo llamaron del hospital de Riaño, después.
Esto no lo dan a nadie, porque la Caja de Jubilaciones, como tuvieran que pagar más de lo que tenían por costumbre lo denegaban, al que calla le quitan un grado, él sabía todo eso y la doctora era consciente de ello. ¿Puedo hacerte una pregunta?
Ya se la que es. En Langreo había un señor en la tramitación de discapacidad.
¿Qué os hizo a los mineros, que todos preguntáis por él? No, solo preguntaba por si era familia o tenías algo que ver con él. No, no.
En el año 2019, le dieron el 3º grado de silicosis.
Jubilación. La Jubilación de Roberto.
Se jubiló en el 86 y, aunque habituado a percibir sarcasmos y mofas con finales intencionados, nunca le habían molestado ni había notado el picotazo verbal, como en este momento: ¿Vas a jubilarte? ¡Déjate de Sindicatos! ¿No tienes una organización sindical? Pues sigue. Yo no trabajo.
Y se apunta a Comisiones Obreras. ¡Te quedan 3 días para jubilarte! ¿Qué te quieren en comisiones 3 días?
O diez años. Lo que tienes que hacer es ir allí y decirles, a Roberto lo tratáis como lo que es, que no es tan hijo (detal) como vosotros, que engañáis a la gente, que no sabéis nada, que no estáis formados.
Está mal que lo diga yo, pero tenía que decirlo. Echar papeles fuera y tirar para adelante.
Siempre estuviste en la lucha ¿eh?
Lo que no superó es la rabia que le provocaron “rabia, impotencia y llorar” aunque otros, andaban al hilo.
Cuando se jubiló, eran muchos los que le decían. Hace falta que bajes al pozo. Y él, ¿Qué era? ¿La marmota del Pozo María Luisa?
Se lo decía hasta el ingeniero porque en la vida Sindical, siendo honrado (a lo mejor él, no lo es), se muere así, aunque no lo quieras, el que nace así, vive así y lucha hasta que se muere. Y no hay manera de hacerlo de otra forma, porque son tus principios y es así.
Puede haber alguno que tal, pero, la mayoría, solo son sinvergüenzas, como los políticos del ala izquierda que rodean al actual presidente del Gobierno y su superministro presidencial (un chulo caradura) que, aunque no se deba tener asco a ningún ser humano, les tiene más que eso.
Estuvo 10 años trabajando en el pozo Venturo (500 obreros) y no había más que compañerismo y solidaridad y se fijaban en los que daban la cara y hasta se ponían a su lado para buscar mejoras y soluciones, eligiendo a 4 para negociar los problemas que hasta entonces lo negociaban los del Sindicato franquista, que tenían un sindicalista de delegado, que era andaluz y un tragón, buen trabajador, pero joder, no entendía ni el reloj.
Un día, después de una reunión, se fueron a comer al Hogar del minero y pidieron el plato del día (el sindicalista comía lo de todos, si eran 10, comía lo de los 10), hasta llamó al dueño. /y le dice: “Oye para mí esto es un aperitivo” ¡Tráeme!
No, no. Te traigo lo que quieras, pero tienes que pagarlo, que es el plato del día.
Se cree que, ¿este paisano, se va a vender por un plato de lentejas?
Si, se vendía por un plato de lentejas y no era mal compañero en el trabajo, aunque tiraba de levita porque quería subir más alto.
El que se arrastra, sin prejuzgar a nadie, pues no te gusta, porque la primera condición entre nosotros es no ser arrastrado y chivato.
Cuando ya era picador, que se había accidentado un posteador, llega el capataz. /y dice: Roberto. hubo un accidente. Ya estaba enterado. Vas a ir al promedio.
Vale. Y después veremos. Ahí no, ahí no lo pillas tú, porque no muevo el felpudo para nadie. (porque lo pillaban)
Si aceptaba, ibais a poder jugar con él, porque se hace cargo si tiene una responsabilidad de ciertos trabajadores a su mando y si vais a pisarle, pisáis el felpudo y un compañero, que estaba escuchando. dice.: “Da Dios trigo a quien no tiene costales”
Todas estas cosas pasaban y había que tomarlas a risa; No presume de honrado, pero se considera una persona recta.
Luego tienes el problema de los indeseables, los que pretendían salir temprano, los que siempre tienen razón, los que tienen derechos y no tienen obligaciones.
Y eso es peor que el que te llamó para hacerte una consulta y te hace ir a Oviedo y llegas a cansarte de ellos, pero la obligación tuya es defenderlos y si piden un permiso para ir a una boda o tal y no se lo dan, tienes que preguntarle al jefe.
¿Por qué? Porque no se lo puede dar, que es un trabajador como él, solo es su representante.
¿Por qué no lo respetaban, como él los respetaba a ellos? Deme Vd. la respuesta.
Por ejemplo, está afiliado a un Sindicato y tiene una responsabilidad, ¿distinta a esto eh?, pero ante un ataque al Sindicato, tiene que defender al Sindicato y debatimos allá y aquí, que los representa como trabajador, háblese de un sindicato como Comisiones Obreras, o la UGT que a él no le importa.
Hay un local, una Sede, donde Comisiones Obreras hace su política Sindical, más allá de alguna queja y si no, hay una carretera para moverse.
Aquí no, aquí es el Pozo María Luisa, donde trabajan todos. Y así debe ser.
La misma formación cabe para los políticos que, lo primero que tienen que pensar es: A mí, ¿quién me eligió? El Pueblo. ¿Para qué? Para respetar la soberanía.
Aunque la mayoría va pensando en hacerse ricos, la soberanía no importa.
Ya jubilado o hacía muy poco, de vacaciones en (León), coincidieron con unos chavales solteros, que hablaron de fiestas en un pueblo cercano, donde celebraban carreras de galgos con liebre guía y decidieron acompañarlos a ver la carrera.
Tomaron el coche y pararon en una cafetería, donde había un señor sentado en una mesa, (que le recordó al esbirro del Consejo de Guerra y después, comisario jefe Policía en Mieres), que al verlos cruzaron una mirada corta y cargada de rabia, pero cada uno, la mantuvo sostenida (pensando, él, si no fuera que estoy con estos chavales, cogía una botella o algo y se lo lanzaba “al bastardo aquel, hijo de mala madre”).
No terminó ahí la cosa. Fueron a ver la carrera donde encontraron a otro chaval, que trabajaba en el Pozo Venturo (no lo conocía, que él trabajaba en el Pozo María Luisa), pero el que lo acompañaba si, que trabajaba en pozo Venturo y se saludaron, ¿Qué traes por aquí?
Ando buscando botellas, que vamos a corchar sidra. (No sabía quién era y el chaval tampoco).
Tengo un amigo fontanero aquí cerca y voy a ver si le quedan botellas, que sé que quería deshacerse de ellas y a ver si te las da. Fueron a ver al amigo. /y le dice: Hay aquí un chaval que busca botellas.
Que las lleve todas. (traía coche con maletero) Pues mañana vienes y cargamos las que sea.
Estáis invitados
Al día siguiente. ¿Habrá un bar donde cenar?
No llevéis nada, que os invita mi suegro Y os da las gracias.
¿Por dónde se va? Al pueblo se va por esa carretera.
(aquello ya lo conocía, porque había un rio donde se habían bañado, que quedaba a 10 o 12 kilómetros).
Cuando llegaron, lo primero que ve es al suegro del chaval (que era de aquel pueblo y barrenista del Pozo María Luisa) y le saluda. Coño Berto, vienes a ver a tu amigo… ¿Tengo yo amigos aquí, oh?
Bueno, tendré alguno, porque a ese, no fue a quien metió “el esbirro” en la mina, que a los demás los enchufó. ¡Chivatos!
Bueno si, hombre, tú eres amigo mío, que fuimos compañeros de trabajo. /y empezó a reírse.
Llegaron y les enseñó la bodega.
¡Ven pacá! voy a enseñarte a tu amigo (no dijo quién era)
¿El amigo es este? Era el “esbirro bastardo”. (sería de aquel pueblo).
Pasaba un riachuelo, la edificación tenía un corte de 3 o 4 metros, de cantera de piedra natural, unas barras de hierro soldadas, ¡una fortaleza!
No, este personaje no puede ser amigo mío, que aquí hay una fortaleza que vale una millonada, aunque seguro que gratis total, incluidos los materiales, el montaje, el transporte y la mano de obra.
Solamente el cierre con barras de railes de la Renfe, soldadas de forma que, por el medio no pasaba ni un conejo, son propios de una fortaleza, un penal, una cárcel en la que no entra ni dios, como donde realizaba su oficio de verdugo represor, el tu amigo).
Solo voy a desearle, repitiendo lo que me dijo “este bastardo - hijo de mala madre”, cuando vino a Mieres de jefe de la Brigada Social de Asturias (el mayor torturador de los mineros y comunistas), de Comisario jefe de Policía:
“Que permita dios, que cuando llegues a casa, esté el gato jugando con el corazón de tu puta madre”. Voy a traer un camión de goma-dos, para volar todo esto.
Al jubilarse, también recibió innumerables estimas de compañeros de la mina, algunos vecinos y hasta de contrincantes sindicales y políticos, con los que se tuvo que enfrentar y pelear, defendiendo propuestas y derechos.
El reconocimiento más emociónate, el que recibió de su amigo de la infancia en San Martín del Rey Aurelio, Ovidio Cortés García, que cuando niños, los dos tuvieron a los padres en la cárcel, estudió para maestro y finalmente se hizo Ingeniero Agrónomo, que le dedicó esta poesía:
Dedicado a Roberto Suarez Buelga
Roberto entrañable amigo
llegó la jubilación
se acabó el ir a destino
y el luchar con el carbón
Como aún eres un “güaje”
por la edad y el humor
emplearás el lenguaje
“a vivir como un señor”
Deseo fervientemente
que con salud y alegría
disfrutes muy largamente
de tan buena lotería
Merecida bien la tienes
pues trabajaste lo tuyo,
aunque recuerdo que a veces
engañabas a Don Nuño
¿Qué miento yo de recuerdos!
los rengo todos presentes
por la leche a Laballos
y de paso a “les cereces”
Más algo quedó grabado
que nunca pude olvidar
una acordeón, tu regalo
que casi aprendí a tocar
El balón te fascinaba
de cabeza ibas genial
en el Florán, la Potoxa,
la Rebolllá y Escobal
Al nene traías mártir
pues lo solías marear
os dabais estopa gratis
y cobrabais sin cobrar
Fueron años muy bonitos,
aunque mucho trabajabas
yo como andaba a los libros
siempre estaba de “badanas”
Fuimos un año a la hierba
nada menos que al Prascón
creí que nunca llegaba
y vine como un marrón
Los domingos a las fiestas
y al baile hasta el Escobal
a los bolos ya jugabas
y no se te daban mal
Pero un buen día en la Hueria
conociste a una chavala
que tan loco te traía
que de otro tema no hablabas
La cosa no era pa menos
la nena era un bombón
adiós futbol y adiós bolos
es el triunfo del amor
Y Efectivamente así fue
Ana Mary te deslumbró
por lo que poco después
la boda se consumó
Se acabaron las andanza
s te fuiste de la pandilla
para formar con templanza
una sólida familia
Desde entonces ya llovió
tus hijos van empujando
regañarles se acabó
pronto nos irán dejando
Es otra etapa bien dura
que tendremos que afrontar
que los hijos con cordura
se nos tendrán que casar
Consideré un deber
dedicarte estos versos
con los que hacerte sabe
lo grato de mis recuerdos.
Un fuerte abrazo
Firmado Ovidio.
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