Me apartaste de ti.
Como silla dañada
de hilachudo tapiz.
Como mesa rayada
de gastado barniz.
Me dejaste arrumbado
en una perdida esquina
de tu alejado pasado.
Sentado con tu sombra,
te siento a mi lado.
Que de tanta ausencia
te me haces presente.
Y que de tanto extrañarte
insoportablemente ausente.
Sentada traslucida,
en la penumbra
del amanecer.
Te entremezclas
con el gastado sillón.
Te desvaneces
en el oscuro rincón.
¡Te tengo tan presente!
Invisible a la mirada.
Oculta en lo corriente.
Sobre mi espalda
colgada eternamente.
Que de tanta ausencia
te me haces presente.
Y que de tanto extrañarte
insoportablemente ausente.
Texto agregado el 13-01-2024, y leído por 87
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