Y es de noche...
¿Cuántas veces no es la misma hora, el mismo día, el mismo momento de descontrol emocional?
Las palabras reverberan en mi mente, molestan mi percepción y hacen perecer a mi yo.
¿Como he de olvidar cuanto dolor, felicidad, ira que he vivido? Tantos años y ahora son solo instantes fugaces, ya no sé qué es real o que es imaginado en mis recuerdos. Y, es que cada noche, recuerdo los momentos tristes y felices que he tenido, los cuales ahora me atormentan.
Siempre, una luz me lleva en el camino oscuro lleno de escombros que he creado como una farsa mental. Todo se vuelve un espejo y una mancha en la escena que desplaza mis esperanzas despiertas, ahora dormidas... y nuevamente despiertas.
Empieza a aclararse el día, y el sueño que tenia se vuelve una nube de borrosas ideas, poco claras, pero nítidas en su impresión interna. Puedo sentir que la amena hermandad se va disipando lentamente, y nunca he comprendido porque debía ser así, no lo acepto.
Ahora, las sombras acechan lo que conocía, sin embargo, intento mantener en alto, mi yo.

¿Es divertido pensar en eso, no crees? Por tantos años y realmente nunca te he dicho… Ya no sé qué decir.