creo que soy una de esas personas que sueña demasiado... ciertamente que a medida que pasan los años estos sueños parecen más y más pesados y reales con una relación muy cercana a la desgracia...
aquella noche soñé que mi negocio estaba siendo demolido por pesadas máquinas de color blanco, colocando casi al momento paredes nuevas, espacios y colores jamás imaginados... traté de pararles pero no pude, busqué mis máquinas pero estaban siendo aplastadas por las nuevas paredes... luego todo cambio de color y el local ya no era el mismo... nuevas personas entraban y salían ante tal novedad... busqué a mi operario más antiguo y no le encontré... y recordé que hacia un par de años había renunciado para hacerme la competencia... desperté y sentí que el corazón me saltaba del pecho como si hubiera pasado el mismo diablo por mi cara...
me puse a meditar, pero aun el nido de avispas mentales estaba queriendo salir de su hangar... me di una ducha y me senté sobre mi sofá más cómodo y traté de meditar... era muy duro, pero hice todo mi esfuerzo hasta que mi madre me llamó a que la llevara a desayunar a la calle... la miré sentada desde antes de la noche y con el cuello doblado como quien desea rezar y supe o entendí que los nonagenarios empiezan a morir bajo esa forma... casi durmiendo todo el día en cualquier lugar...
la llevé y luego la dejé sentada en su sillón favorito... llévame al baño, me dijo... a esta edad son como niños, se hacen la pili o la mili en cualquier lugar y por ello usan pañales y pañales... y bueno, ya tenía que cocinarle y eso hice... luego pasó a su cuarto a dormir, pero siempre quedaba sentada en forma del símbolo de la incógnita...
recordé mi sueño y mis deudas y esas cosas que nos atacan cuando tratamos de estar en paz... busqué en Google el significado de los sueños, pero no encontré nada interesante... llamé a casa de un conocido y pregunté si conocía a una de esas personas... te va a costar caro, me dijo... no importa, le dije... me dio un número y lo marqué... era la voz de un niño... está tu papá?... vivo solo, respondió... pensé que quizás fuera un hombre con voz de niño y le pregunté si él era un interpretador de sueños... dijo que quién le había dado su número... le di el nombre de mi amigo y dijo que estaba bien... que le haga una transferencia a su cuenta y que luego él me llamaría... le transferí y a la media hora recibí su llamaba de niño... cuéntame, me dijo... le narré mi sueño y luego me hizo preguntas sobre si tenía hijos, esposa... le dije que solo tenía a mi nonagenaria madre... escuché un fuerte suspiro y me dijo que era una persona con un destino muy especial, fuera de lo normal... y que dicho sueño era el temor a los cambios... que no debo temer pues tras las cortina de los cambios se haya mi destino mi propósito de vida y que era muy pero muy afortunado... le pregunté cómo lo sabía?... me dijo que las paredes son la vida y la muerte... el blanco es la muerte... y mi lugar fuera de aquel lugar era una larga vida... al llamar a un viejo empleado era que jamás estaría acompañado de nadie... que la soledad sería mi compañera hasta el final de mis días y noches...y que el destino que tengo es encender de bondad a las personas... que soy como una vela encendida y que las máquinas son los conceptos que tienen las personas, por lo que se aferran a esto más por miedo que por otra cosas... y que yo estaba aprendiendo a vivir sin temor ni dudas... eres especial, volvió a decir... cortó y las avispas mentales se apagaron como la luz en un cuarto oscuro...
no sabía si creer o no, pero siempre me sentí especial... colgué...
miraba la noche... miré a mi madre echada en su cama y estaba pálida... me fijé si respiraba y sí, aún lo hacía... entré a mi cuarto y mi madre me dijo que descansara un poco más... reí y me fui a dormir, esperando no tener más sueños raros, pues me había quedado sin ni un solo centavo... |