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Al final parte 30

Israel optó por contratar a una persona para organizar la boda. El joven de nombre Saul Larios se comprometió a que la boda fuera mágica y que los novios se preocuparan lo menos posible.
Visitaron varios lugares. Se decidieron por una hacienda lejos de la ciudad. Era al aire libre, un jardín con un enorme lago. Dentro de la hacienda había un par de albercas que de camino tenían unas hermosas grutas. El lugar cuenta con un pequeño hotel, restaurante y una iglesia. A los dos jóvenes les encantó. El precio era alto, pero valía la pena.
Rentaron habitaciones para que su familia se hospedara ahí al igual que ellos. El plan era llegar el viernes por la mañana, los niños en las albercas mientras que Israel y Oscar se tomaban una sesión de fotos. La familia tendría un ensayo un día antes de la boda y por la noche del viernes harían un brindis íntimo con la familia.
Mientras pasaba eso, Oscar el joven médico con cara de niño, carismático, alegre y bailador presentaba su examen final para obtener la especialidad en geriatría.
Salió del examen y de inmediato se dirigió al sanitario para vomitar el desayuno.
El que tampoco la estaba pasando bien era Alexander. Uno de los hijos de Nuria estaba indeciso. Cuando su hermano comenzó con la compra de la casa, Alex presentó un examen para obtener una beca al extranjero, para ser más específicos, a Canadá. El joven pensaba que no la obtendría, lo hizo porque su novia también realizó el examen. Por aquellos días él recibió los resultados.
-Voy a mencionar a los jóvenes que obtuvieron la beca para Canadá – dijo la directora de la carrera en filosofía.
Todos escuchaban atentamente hasta que él mismo lo escuchó.
-El último nombre es Alexander Quintana Escalante. Les pido que bajen a dirección para que les entreguen una lista de documentos que deberán traerme lo antes posible.
Al joven le saltó el corazón cuando escuchó su nombre. Sus otros seis compañeros bajaron a dirección para tomar nota de lo que les esperaba.
-Los felicito. Obtuvieron los más altos resultados. Un total de doscientos cincuenta puntos – les dijo la directora – necesito que me traigan estos documentos.
- ¿Cuánto tiempo tenemos? – preguntó Alex.
-Lo antes posible para enviar los papeles a dirección general y comencemos el trámite. Necesito que obtengan su pasaporte lo antes posible.
- ¿Cuánto tiempo sería?
-El viaje está programado para cuando ustedes ya hayan terminado el semestre. Se irán un mes. El propio programa les proporcionará el dinero y boletos de viaje. Ustedes lo único que solicito es la documentación..
Alexander no preguntó nada más. Su novia Claudia que pertenece a gastronomía, también le proporcionaron la misma beca. En total eran treinta y dos alumnos de la universidad que viajarán a Canadá para ir a estudiar inglés a aquel país.
El joven llegó a su casa. Su mamá atendía a sus alumnos en el patio de su casa en las mesas que había colocado. Saludó y se metió a su cuarto. El pequeño Abraham estaba jugando con Camila que había llegado de su nueva escuela.
Alex decidió no decirle nada a su mamá y dejar pasar la oportunidad de viajar a Canadá. Los días pasaron e Israel y Oscar continuaban con la organización de su boda. Alex lucía nervioso y preocupado. Sabía que era una única oportunidad, el miedo lo embargó y no lo hizo, se quedó callado.
Justo dos semanas antes de la boda de Israel y Oscar, Nuria se enteró de lo que Alexander llevaba semanas escondiendo. El director de la universidad habló con Alexander en su oficina para preguntarle si todo estaba bien.
-Te pregunto si todo está bien en tu casa porque no has entregado los documentos para la beca – le dijo el director de la universidad.
-Es que no se si pueda irme – Alex no quería hacerlo.
- ¿Razón?
-Es que no puedo dejar a mi hijo.
-Pero lo cuida tu mamá ¿no? Alex es una oportunidad de oro. Obtuviste el puntaje más alto ¿Tus padres te lo impiden?
-No. En realidad, no lo saben.
-Piénsalo. Todavía tienes dos semanas para entregar los papeles. Tramita tu pasaporte para que todo sea más fácil.
Por la tarde, el joven se limitó a comer sus alimentos sin decir palabra alguna. Nuria por aquellos días investigó sobre una maestría que podría estudiar. Estaba en la mesa investigando del tema y tenía a su hijo enfrente de ella.
- ¿Te pasa algo? – le pregunta su mamá.
-No ¿por qué?
-Te noto raro. Estás muy callado.
-Todo bien – el joven se levantó de la mesa y se metió a su cuarto con Abraham.
Alex sentía que su hijo le cortaba las alas. Y tampoco se quería separar de su familia.
Más tarde, Alex guardó sus cuadernos en su mochila. No se fijó y tiró al piso el documento en el que decía que era acreedor a la beca. A las siete de la noche fue cuando todo explotó. Nuria había revisado la tarea de su hija y preparó todas las actividades para el siguiente día. Levantó el tiradero de la sala cuando lo vio en el piso. Levantó la hoja de papel. Se sentó a leerlo. Nuria abrió los ojos como platos. Lo leyó a detalle. La fecha era de un mes antes y que la fecha máxima para entregar los documentos estaba por concluir. De inmediato Nuria subió al cuarto de Alex y comenzó la primera batalla que ha tenido con él después de cuando se enteró que sería abuela por primera vez.
-Alexander ¿me puedes explicar qué es esto? – Nuria ahora no tocó la puerta.
- ¿Qué pasa, mamá?
- ¿Qué pasa? ¿Qué es este papel? – gritó Nuria mostrando el pedazo de papel.
Alex tragó saliva al ver el papel en manos de su madre.
-Es que….
- ¿Cuándo demonios pensabas decirme? ¡Alex, es una beca al extranjero!
Alex no encontraba qué decirle a su mamá.
- ¡Te estoy hablando! ¡Esto tiene un mes! ¿Cuándo hiciste el examen? ¿Por qué no me dijiste nada? ¡Te dieron una beca al extranjero!
- ¡No voy a ir! – soltó Alex.
- ¿Qué estás diciendo? Alex, es una oportunidad única ¡Hijo, te dieron una beca al extranjero! Vas a conocer Canadá, vas a estudiar inglés ¿qué más quieres?
- ¡No me voy a ir!
- ¿Carajo! Alex ¡Entiende! Conocerás otro país, te servirá para tu curriculum -Nuria hizo una pausa para tomar aire - No me importa. Tú te vas a ir al extranjero. En este instante vas a sacar una cita para el pasaporte. Movidito - finalizó tronando los dedos.
En ese momento Israel llegaba del hospital. Emilio ya había llegado y escuchaba parte de la discusión.
-Mi mamá le está gritando a mi hermano – dijo Camila al pie de las escaleras.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto grito? – preguntó Israel.
-A tu hermano le dieron una beca a Canadá y por lo visto yo no sabía nada.
- ¿Una beca? – preguntó Israel animado – es una enorme oportunidad.
-Y te apuras con esa cita ¿me oíste Alexander? – le gritó Nuria en la sala.
-Relájate, mamá – le dijo Israel.
-Ustedes se callan.
Nuria nunca había tenido un problema con sus hijos, pero no quería que Alex cometiera los errores de ella.
En la cena, Nuria le dijo a su hijo que le mostrara la cita impresa. Por suerte la tendrían a la semana siguiente a las tres de la tarde. Emilio dijo que él lo acompañaría para que Nuria atendiera a Abraham y a Camila. Por la tarde, padre e hijo fueron a sacar el pasaporte.

Continuará…

Texto agregado el 23-12-2023, y leído por 57 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
30-12-2023 Haré una pausa para soltar mi comentario: ¿O sea que Nuria también había recibido una beca para Canadá? Por eso dice lo de "los mismos errores que ella, ¿cierto? eRRe
 
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