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2ª PARTE La peor época de represión política.
Capítulo V Deportaciones y creación de Hunosa.

Volvió a casa licenciado y con la condena impuesta en el Consejo de Guerra cumplida, sin otras muestra de interés que las de su familia y algunos amigos, su entorno familiar y los compañeros con los que había compartido el calvario del proceso militar.

Los demás estaba claro, a hostias, aunque ya percibía otro espacio del movimiento obrero.

Cuando fue a pedir trabajo al Pozo María Luisa, de donde lo habían echado, querían que pasara reconocimiento médico otra vez. Le dieron una tarjeta para que lo destinaran.Y le hicieron varias preguntas: ¿Ya vinieron todos? ¿Dónde estuviste? ¿No sabes para donde me mandaste, oh?

Pues pagué las consecuencias de lo que tú nos quitaste.

Así que, al reconocimiento vas tú, porque si me hubieran reconocido para marchar, está en la Ley que tendrían que volver a reconocerme, pero como no lo hicieron, no voy a ningún reconocimiento.
Mañana vengo a trabajar.
Acabas de venir y amenazando…?
Si no, ¡mañana te paro el Pozo! (lo paraba).
Sin una huelga ¿eh?

A ti te trato de tu, que no me mereces ningún respeto.
Bueno, Tenga.

Lo enviaron al sitio más duro y peor que había en la rampla, donde no se ganaba nada, pero allí lo mandaron y tuvo que ir.

Necesitaba un certificado de penales, para sacar el carné de conducir, para comprarse una moto o un coche. /y le dicen en la Academia: Tienes que estar limpio de todo.
No, no, entonces no puedo hacerlo … Tú eres vecino mío y ¿no sabes que tuve un Consejo de Guerra?

Se casó el día 27 de junio de 1959 con Ana María Huelga Montez, en la Iglesia parroquial y se fueron a vivir a casa de su suegra en La Hueria (Güeria) de Carrocera, de San Martín del Rey Aurelio.

Le tenían que conceder un permiso de 6 días, que pagaban sin ir a trabajar, no el promedio, sino el salario base de la Empresa, así que dijo al vigilante (gallego, mayor que él, que coincidieron en la mina cuando empezaron).

Voy a casarme para tal fecha y quiero las vacaciones.
A mí no me digas nada, vete al capataz.
Fue al capataz auxiliar, que era vecino /que le dijo: No, yo no te las puedo dar, vete a ver al jefe. (El que los lanzó a la huelga y con el que aprendieron a luchar de verdad, que había empezado de guaje en la mina, pasó a picador, estudió para capataz y llegó a jefe). También el que hizo que les recortaran derechos a los obreros y les quitaran (trincaran) los “adobios”.

Llegó ante el jefe: Yo no te puedo dar las vacaciones.
Entonces a dónde tengo que ir ¿A la Guardia Civil? Yo trabajo en este pozo y nadie me puede dar…

Vete a ver el Ingeniero. (para ver al ingeniero, que era catalán, había que pedir visita y a la puerta había una mesa y un ordenanza, que preguntaba lo que querías: Vengo a hablar con el ingeniero.
Hoy no tiene visita. ¿Cuándo la tiene? Mañana.

Volvió al día siguiente. /le dice que pase. Buenas tardes. ¿Qué quería Vd.? Me parece que lo está leyendo, quería las vacaciones, que me voy a casar.
No hay vacaciones. ¿No hay vacaciones? (pensó, este tío me quiere acojonar)

Por Ley, creo que tengo 6 días por casarme y 7 de vacaciones y ¿No voy a poder casarme? ¿Vd. cuantos días de vacaciones disfruta? ¿Y eso?
Porque trabaja en la misma empresa que yo y creo, que tengo derechos. Vd. ¿Cuánto disfruta de vacaciones, quince días o un mes?

Tengo mis obligaciones y las cumplo.
No hay vacaciones. ¿No hay vacaciones? No.

Entonces tal día será el último que trabaje en el pozo María Luisa. Prepáreme la cuenta. (Tenía teléfono para llamar al capataz y lo llamó).
Sube el capataz. (se llamaba Roberto como él y se llevaban como el perro y el gato).

/el Ingeniero dice: Tengo aquí, a este picador que quiere las vacaciones y me dice que, si no se las doy, que prepare la cuenta.
/el capataz le mira y dice: Mire, Roberto es un picador formal (llevaba unos cuantos años picando).
Tendremos diferencias, pero es un profesional auténtico. /lo defendió. Vd. verá lo que hace, el formar a un picador cuesta trabajo y lo que dice Roberto, lo hace.

¿Cuándo dice qué se va a casar? /dijo la fecha.
Lo pensaré. No, no, Vd. puede pensar lo que quiera, pero yo tengo que salir de aquí con una respuesta clara. Si o no, porque me voy. (había sitios para ir a donde te diera la gana).

En 4 o 5 días pase por la oficina del capataz.
¿A qué? A que me diga que no. Dígamelo Vd.

/como lo vio tan firme. /dice: No, a por la papeleta.
Tenga en cuenta que, si no está la papeleta, le vuelvo a ver y entonces me hace la cuenta automáticamente y no espero día de visita. Le dio las vacaciones.

Se sabe, que se están haciendo importaciones de carbón extranjero y que se empiezan a sustituir el carbón por la electricidad y los derivados del petróleo en el ferrocarril, barcos, siderurgias, hogares y otros sectores, con la consecuente disminución del carbón nacional.

Los empresarios mineros, ofrecen una semana de vacaciones, si hacen presión para otra manifestación (si no las disfrutaban se las pagaban), con intención de encerrarse en los pozos, utilizándolos de conejillos de indias para que el Estado, Carrero Blanco, Camilo Alonso Vega y el ministro Solís Ruiz, como el carbón era imprescindible, suban 75.000 pesetas tonelada, dejando al margen a los trabajadores.

Va a ver al ingeniero. /que lo mira y dice: ¿Qué quería Vd.?
Es que ya disfruté las vacaciones. Se acuerda ¿que no me las quería dar? Y ahora, me da una semana.
¿A cuenta de las vacaciones del año que viene?
Vd. a mí, no me puede dar una semana de vacaciones, sin una justificación que yo la acepte y tuvieron una pelotera, hasta que lo aceptó de buenas maneras, que demostró las razones.

¿Qué le parece si cambio de Empresa?
¿Ahora se cree usted que es la Duro Felguera? Está por arriba la dirección y pueden ir todos.

A final de año, fue al pozo Venturo a ver si le daban trabajo y sí, cuando quisiera. Después, a las oficinas del Ingeniero y le pidió traslado para el pozo Venturo, que estaba en La Hueria (Güeria) de Carrocera, al lado de su casa. El Pozo María Luisa estaba a 8 o 9 kilómetros, se trasladaban en el “rapidillo” (tren minero de vía estrecha para el transporte de carbón), que se mojaban, además del peligro de accidentes por descarrilamiento.

¿Por qué quiere ir al pozo Venturo? (Su expresión como pensando, este… (hijo de tal) . Porque me casé allí y vivo a 200 metros del pozo Venturo. /empezó a mover la cabeza.

Voy a decirle una cosa, no lo piense, que ya lo tengo decidido, que tengo la mina allí y para picar carbón para la misma empresa. ¿Qué problema hay? Si el carbón, tiene el mismo precio en las dos minas.

Bueno, se lo voy a dar, pero tiene que terminar el año aquí. Si, sí. No hay ningún problema. (Había que ponerse de rodillas mendigando y ellos delante, riéndose de ti).

En la “huelgona del 6 de abril de 1962”, ocho mineros del Pozo Nicolasa en Mieres fueron despedidos al protestar por las duras condiciones de trabajo. Por solidaridad, sus compañeros se negaron a trabajar y días después, despidieron a otros veinticinco.

En principio se planteó una movilización que durara 48 horas o máximo una semana si todos hubieran asistido, pero como hubo sectores que no se unieron, la huelga se prolongó casi mes y medio y movilizó a mucha gente, a cerca de 65.000 obreros con llamamiento, no solamente a los mineros, sino a todos los sectores de la población y de la industria, que la situación era insostenible por el trato que daban a la gente y cómo perdían todos sus derechos.

No fue como la huelga del pozo María Luisa del año 57, crecían los precios y se congelaban los salarios y las pensiones a los jubilados que, desde entonces, no les subieron una peseta.

Se convirtió en una huelga política, porque se apuntaron la minería, los transportes, el comercio, la metalurgia y respondieron muchos sectores y fue general de la minería en casi toda España y de ahí vino lo gordo, con formación de piquetes por los jóvenes, solidarios y dispuestos a enfrentarse al Régimen franquista, que provocaron la llegada de policías armados “Los Grises” dispuestos a todo. /que avisaban a la gente: ¡Largaos! que nosotros, si nos mandan cargar, tenemos mandos.

Cuando tenían una reunión y llegaban los grises. ¿Usted por qué no corre? Porque me quiero manifestar pacíficamente y añadía: Los que corren no son mineros, no sé quién los introdujo aquí ¿eh? como no sea para reventar la manifestación.

Sentía petardos que tiraba la gente y procuraba comportarse lo mejor posible con respeto, cumplir con todo lo que, a su juicio, era legal y conveniente y tragar saliva cuando lo insultaban, que ya tenía experiencia por la situación de su padre.

La Guardia Civil no avisaba, daba y lo hacían sin preguntar (del dicho popular: disparar primero y preguntar después), aunque él, nunca lo vio en ninguna manifestación, ni nada.

Fue conocida por “la huelga del silencio” porque se desarrolló de manera pacífica y silenciosa, que extrañó a las autoridades, acostumbradas a la actitud agresiva de los mineros, destacando la solidaridad entre los huelguistas, que resultó clave para que pudieran sostenerse.

Pusieron en marcha comedores infantiles gratuitos, aunque pasado el tiempo, la situación se complicó y las familias empezaron a tener serios problemas para subsistir, con numerosos mineros deportados y una dura represión, con lo que algunos esquiroles intentaron volver a la mina, siendo las mujeres integradas en el Partido Comunista, las que deciden continuar la huelga y organizar piquetes, así como llevar a cabo labores de información al resto de mujeres, creando redes solidarias pidiendo comida y logrando la subsistencia, cuando parecía que la huelga iba a fracasar.

Entre los días 4 y 7 de junio, la huelga cesó y los mineros volvieron a sus puestos y el ministro general del Movimiento Nacional, José Solís Ruíz, aceptó negociar directamente con los huelguistas, concediendo parte de las reivindicaciones, como mejoras salariales, revalorización de las pensiones, anulación de algunas sanciones y libertad de los detenidos, que quedaron recogidas en el BOE.

El acuerdo se salda con un aumento del precio de la tonelada de carbón, en beneficio de los obreros y de trabajar 8 pasaron a 7 horas y una subida de salarios del 42% que los picadores pasaron de 18 a 25,88 pesetas y también apareció reflejado en el testero (las contratas). Era poco, pero algo consiguieron.

Fue la primera vez que, estando prohibido el derecho a huelga, un ministro cedió y acudió a negociar directamente con los huelguistas y no con el Sindicato Vertical, colocando en Sama de Langreo como gesto de buena voluntad, un ramo de flores frente al Monumento del trabajador minero.

Hasta Camilo Alonso Vega estuvo pidiendo a Franco, que le diera carta blanca para ir a cada pozo, que lo dominaban todo y tenían un servicio de inteligencia para saber lo que incitaban los líderes de cada relevo y pin pan pun. (él, nunca se encontró con eso, pero seguro que era así).

La conversación interceptada entre Carrero y Camilo Alonso Vega.
Si hombre, tú eres muy listo. ¿Vas a ir tú a picar carbón?
¿Con qué andan los barcos? ¿Con qué andan los trenes? ¿Con qué nos calentamos nosotros en el invierno? ¿Y las térmicas con qué producen la luz?

(A él, se lo contó una mujer muy seria, que trabajaba en Madrid en algún Ministerio y tocó una clavija telefónica y por casualidad, escuchó a Carrero lo que hablaba con Camilo)

Trabajaba en el pozo Venturo y los mineros ya sabían que Duro Felguera y Fábrica de Mieres, querían empezar el reparto proporcional de la subida del precio del carbón, por arriba, que era público.

Empezaron a reunirse por los pozos clandestinamente, para elegir un representante de cada pozo con un tope de 6, para hablar con los empresarios, /y eligen: En el pozo San Mamés, a Francisco Suarez Buelga. En el pozo Venturo, a Roberto Suarez Buelga. En el Pozo María Luisa, a Olegario Suarez Buelga y llegan a la reunión con los que eligieron en los otros 3 pozos y viajan a la Felguera, entran en un reservado. /y proponen: Aquí, como si nos “arrancan los güevos”.

No podemos permitir eso, porque si empiezan por arriba, no nos llega ni la calderilla y no olvidéis que tienen allí, la ficha de cada uno.

El día que señalaron para la reunión con la Dirección, en las oficinas de La Felguera, lo eligieron a él para negociar /y dijo. Pero bueno, ¿es que tengo que cargar con todos los muertos de este país? y propuso que no hablaran los 6 a la vez y pediría que el reparto sea lineal, para todos igual.

Entraron a la reunión y estaba el jefe principal y otros Asesores para las actas. /empezó diciendo.: Pedimos que nos expongan los métodos que pretenden emplear en el reparto de la prima, de 75 mil pesetas por tonelada a la producción,
Y empiezan hablando, a ver si te enrollan, de porcentajes, pérdidas, precios y costes de los salarios y los gastos y de tal). /sin aclarar nada.

¿Terminaron ustedes? Sí. /y continuó: Fui elegido para tener una sola voz y traigo el criterio y la propuesta de todos los trabajadores de Duro Felguera.

/Responde el jefe supremo: Si, ya vemos que aquí, hay tres hermanos, por algo será.

A mí, me eligieron en el pozo Venturo, supongo que al resto los elegirían en el pozo de ellos y si hay coincidencias en la vida, a lo mejor una de ellas, es esta y expongo el criterio de los trabajadores, no el mío.

Si ustedes no quieren que volvamos a las andadas y no es ninguna amenaza, o si lo que quieren ustedes es justicia, debemos buscar la forma de conseguirlo.
El reparto deberá ser lineal, porque ustedes son los jefes y creemos que no deberían ni entrar en el reparto.
En el pozo Venturo donde yo trabajo, hay un ingeniero y dos facultativos, son tres, pero ¿en el staff directivo de esta empresa?

¿Cuántos son ustedes? Dígamelo.
¿Qué nos va a tocar a nosotros? Que fuimos los que luchamos, los que lo arrancamos y a los que nos pusieron de conejillos de indias. /y ahora quieren: ¿Que nos marchemos con las manos vacías?

No se puso nervioso, ni se salió de la línea que tenían trazada, no perdió los papeles, ni insultaron a nadie.
Hubo un debate de la virgen, pero cedieron y, de hecho, ellos no entraron (el staff directivo).

Se fue con la conciencia tranquila y con el respaldo de los compañeros. (Y los del staff sabiendo que les estaban robando).

En el reparto proporcional, entraron los ingenieros, pero al ramplero le tocaba igual que al ingeniero, y al ayudante minero igual que al picador, ese era el reparto lineal y lo consiguieron.
A él lo amenazaron. A ellos no.

La huelga del 62 trajo gravísimos efectos, desde el principio. Despidieron mucha gente y Deportaron sin trabajo ni nada, a un número muy importante de mineros, como si fueran criminales. ¡Fuera! ¿Despedidos! y ¿Deportados!

Los enviaban para Segovia y a otros para Andalucía, por si encontraban algo por allí, trabajo o apáñatelas y a presentarse al cuartel todos los días. Estuvieron más de un año deportados, dejando a las familias sin ingresos para mantenerse, hasta que empezaron a traer algunos a León y el pueblo, colaboraba lo que podía.

Él, que ya estaba casado, tenía a un primo carnal de su mujer, deportado con 3 hijos y una hermana que era ahijada de su mujer y su suegra era tía y, en lo que podían, los ayudaban. En La Hueria (Güeria) de Carrocera donde vivían, había 6 deportados, todos de la misma Parroquia, pero de distintos pueblos, 2/ del pozo María Luísa, 1/ del pozo Sotón y 3/ del Venturo. (2 con 4 hijos; 1 con 3 hijos), un matrimonio sin hijos y un soltero, pero todos con familiares en casa (abuelos, hermanos/as), que también salían a pedir, que no alcanzaba con lo que les daban.

Un socialista de verdad, de los que se visten por los pies, se puso en contacto con él para buscar gente que los ayudara a recaudar más y a los pocos días se reunieron cinco y llegaron a un acuerdo.

No hay problema, que conozco gente en el Pozo Venturo y en el Pozo María Luisa y hablaré con ellos.
Le encargaron a él, hacer el baremo para el reparto. /les dice: Hay 16 menores y nosotros, dependiendo de la recaudación, suponiendo que recaudemos 5.000 pesetas cada uno, lograremos 25.000 pesetas que, empezando por los menores a 500 pesetas por hijo. (5 hijos 2.500 pesetas; 4 hijos 2.000 pesetas; 3 hijos 1.500 pesetas. Matrimonio sin hijos 2.000 pesetas y el soltero 1.000 pesetas. Propuesta aceptada.

Las familias de deportados fueron informadas con copias de los baremos y de quiénes eran cada uno de los que se dedicaban a recaudar (de donde se pudiera), advirtiéndoles de los riesgos que corrían, si los descubrían.
Las familias de los deportados les juraron que nunca los descubrirían.
Se presentaban los 5 a cara descubierta y facilitando los nombres, apellidos y lugar de residencia.
¿Qué se hizo?
Realizar el reparto mediante un baremo por familia, tanta familia (hijos), tanto dinero y así, establecieron la manera de distribuir lo que conseguían cada mes.

Nunca llegaron a conseguir aquellas deseadas 25.000 pesetas. La vez que más consiguieron fueron 22.400 pesetas. Él nunca bajó de 15.000 pesetas cada mes. El mes que más recaudó consiguió casi 18 mil pesetas.

Una señora que repartía leche y se vendía a su suegra, (que era como una tumba), con la que tenía mucha amistad (viajaba de vez en cuando a visitar a dos hijos, que tenía en Bélgica), le contó a la mujer de un sobrino que había traído una vez 200.000 pesetas y de otra, 300.000 pesetas.

No sé por dónde se enteró, pero un día llega la mujer del sobrino. /Y pregunta a su suegra: ¿Cuánto dinero recibió su yerno? (y ante la cara de asombro que le pone) /continúa: Yo no he dicho esto, lo dijo la maestra. (El, que estaba allí y lo oye) /responde: Lo que me da la gente, lo que me dan los comercios, los taxistas y la gente a la que les pido y que me da.

Un día, que fue al cuartel a pasar revista y el guardia. /le pregunta: Vienes a pasar revista… ¡Lárgate!
¿Qué pasa?
Lárgate, que te está esperando el sargento.
¿Por qué me tengo que esconder del ¿Sargento?
¡Que te largues!
Se largó y cuando se vuelven a encontrar, cruzando el parque. /le pregunta: ¿Puedes contarme lo que pasa?
Que estás recogiendo dinero para los deportados. Espérame en tal lugar, a tal hora y lo esperó, tomaron un café. /le dice: Tuviste suerte que la denuncia la recibí yo, que si la recibe el guardia de información ya estabas en la cárcel.
Tengo buena información de lo que estás haciendo, una labor humanitaria de solidaridad y compañerismo.
Hace 5 años tuviste un Consejo de Guerra y metido en esto, yo estuve en la guerra en el pueblo, esto con tu padrino. ¿Te acuerdas donde nos encontramos tú y yo?
No. Pues en tu casa.
A los pocos días recibió una carta del cuartel de la Guardia Civil /(sin remite), que dice: Pedí información en tu pueblo, en el que vives y sé que eres de una familia que lo habéis pasado muy mal y tal día a tal hora, nos vemos en la casa de tu primo.
Se sentaron /y le dice: Que sabe del problema que tuvo con el que recibió el dinero de Bélgica, que entrevistó a los cuatro compañeros que estaban en la Comisión recaudando para los deportados, haciendo esa labor tan humana.
Sabemos quiénes son los dos que recibieron dinero y sabemos que hay tres autocares que van a Bélgica, Alemania y Suiza que son de este Concejo y lo que no sabemos es cómo se las arreglan.

Cuando vuelve para que lo vea el sargento.
¿A qué vienes? A pasar revista
¿De dónde eres? De La Hueria (Güeria) la Carrocera.
¿Cómo te llamas? Roberto Suarez Buelga. /mirando hacia él, le dice: Estoy enterado de todo lo que estás haciendo, procura que no vaya más arriba.
¡Déjalo!
Para eso lo quería el Sargento, para avisarlo que, si llegaba la denuncia más arriba, ¡Lo iban a trincar!

Habían pasado 4 años desde el Consejo de Guerra, cuando lo licenciaron y tuvo que dejarlo y pasarlo a otro. Aportar lo que tenía recaudado y dar detalle de las cuentas, fulano da tanto, mengano tanto y así hasta completar las listas de todo lo que venía haciendo, que como era un paisano y se vestía por lo pies, no se las dio porque si se las pillan, lo compromete a él y también a los que figuran en ellas, pero si las necesitaran para cualquier asunto, solo tienen que pedirlas.

Las listas con los nombres y apellidos estaban escondidas debajo de un váter, metidas entre ladrillos para que no las encuentren, con el nombre, la edad y la cantidad entregada a cada uno.

Un día se encuentra a solas con la mujer del sobrino. /y le dice: Silvina voy a decirte una cosa, mi suegra me dijo que tú contaste a Margarita…
Se me escapó. Pues a mí, me metieron en un brete, que dicen que yo me quedé con dinero que viene de fuera, que es para los vecinos de la puerta de casa y a mí, no me disteis ni una peseta.
¿Te llamó…? No, no, yo a ti no te nombré para nada, yo ese dinero se lo di al vecino de la tienda que vive allí y vamos a verlo, por si tiene algo para negarlo./y juntos marcharon a ver al vecino, él haciéndose el maula, apartándose de todo y ella: ¡Hola vecino! (subieron a una habitación de la planta superior).
¡Vamos a ver! a este hombre lo están culpando de que el dinero que traje de Bélgica. ¡Que se lo di a él y que lo robó!
Y tú, ¿A quién lo diste? Lo repartí en Blimea.
¿Que lo repartiste en Blimea? que está como a 6 kilómetros de la Huera (Güera) la Carrocera. ¿Teniendo vecinos muertos de hambre a la puerta de casa? Y ¿Vas a repartirlo a Blimea?
Tu no lo diste a nadie.

Al poco tiempo montó otro negocio en el Entrego y compró una finca con casa, en Villaviciosa (con medio millón de pesetas en aquella época, podía comprar medio pueblo).
El delito no era poder comprar, la pena era quedarse con las perras que se recogían para ayudar a las familias de los deportados, que no cobraban nada y no tenían con que dar de comer a los hijos.

Y él, ante las insinuaciones y dudas que surgían, tratando de mantener la calma y maldiciendo por lo bajo (en todo lo que se menea, se limitaba a responder).
Id a preguntarle. ¿Dónde metió el dinero?

Un día, se encuentran. /y le dice: Andas diciendo por ahí. Ando por ahí, diciendo que eres un ladrón. Y ¡Te lo digo a la cara!
No hombre, el dinero era para el Partido. ¿Qué partido?
El Partido Socialista.
¿Hay partido socialista en este país?
No me jodas ¿oh? Lo que hay son gallinas y tú, un ladrón y no me hables más y apártate, que te voy a dejar tuerto.

Tiempo después puso la tienda en alquiler y compró un bajo y un piso, enfrente de la tienda. (Parece ser que tenía una pensión de miseria y aprovechó…) y de esos, hubo más en cada pueblo.

En La Hueria (Güeria) de Carrocera hubo otros, como el de un comercio y al poco tiempo compró un bajo enorme y montó otro comercio en el Entrego, que tenía 4 veces más de población que la de la Hueria (Güeria) la Carrocera (8 o 9 mil habitantes) y nunca nadie descubrió quién le dio el dinero, ni de donde, ni cuanto trajo. Un asunto todavía más gordo que el de la tienda, pero así es la vida.

Un señor que tiene 5 hijos menores, no bebés que, a lo mejor el mayor tiene 12 años, o 9 y de aquella, picando carbón como un animal, en todo el mes ganabas 3 o 4 mil pesetas y lo deportan, dejando aquella familia sin nada para vivir y alimentarse. ¿Habría que ahorcarlos o tirarlos a una piscina? Para que se ahogaran, o algo de eso, pensaba la mayoría.

O también dos señores, que decían que eran de derechas y se sabía de lo que vivían, uno tenía un comercio y el otro una farmacia. Con el del comercio, tenía buenas relaciones y era buena gente, porque era servicial para todo el mundo y del farmacéutico, un día lo para /y dice: Toma 200 pesetas.

Y así hubo más gente que contribuía de forma voluntaria y evitando que se conociera su buen gesto de solidaridad, para los vecinos más necesitados. También lo contrario, como el que presumía de ser socialista hasta las uñas y que la gente gastaba allí, en aquel comercio, que lo para. /le dice: Oye chaval, no vengas a comprometerme porque, oye, son clientes y no me conviene que te vean por aquí. (la mujer estaba oyendo lo que le decía).

Volvió a pasar otro día al salir de trabajar por delante del comercio y la mujer sale. /y dice: Tengo que hablar contigo. Te voy a dejar un dinero, porque lo que hace este señor es cerrar el comercio y es de lo que vivimos.
(El padre de aquella mujer que era de derechas y negaba el pan y la sal a los que eran de izquierdas).
Vale, cuando quieras.

Pasaban cosas así. Mandaba dinero Socorro Rojo. Los Autocares del Entrego, que llevaban gente, como emigrantes a Bélgica y traían dinero para repartir.
Manda dinero no sé quién. Hay que saber a quién se entrega ese dinero, hay que saberlo y qué se hace con ello.
¿Para quién se distribuye?
A él jamás le dieron una peseta, no siendo bares, comercios, taxistas y negocios de los que era cliente. Jamás dio una peseta a ningún Partido, que estaban todos en la clandestinidad.

En las huelgas los mineros se endeudaban para 4 o 5 meses o un año y podían seguir tirando, gracias a los economatos de la Duro Felguera, que permitían comprar y apuntar en la librera que facilitaba el economato de la Empresa, con la que siempre estaban empeñados.

Nadie de los comercios, ni de las tiendas daba nada y lo que comprabas había que pagarlo al momento.
En agosto de 1962 surgen nuevos conflictos ya que los mineros piden la semana inglesa de trabajo y hubo otra huelga por negligencia de un vigilante de la minería, que ordenó una tarea a un picador, al que no le correspondía realizar aquel trabajo y aunque no salió de Asturias, finalmente se extendió a toda la región.

El problema era personal del vigilante, que increpó a un subordinado.
A ti cobarde, te trinco yo.
Y en opinión del resto de compañeros, había sido porque no lo invitó a una consumición en el bar donde pararon y se encontraba el chaval. El picador, que estaba allí, porque había ido a un entierro y al llegar el elemento ese, no lo saludó. Hola chaval. No hizo caso y, como el vigilante, estaba habituado a chupar, empezó a perseguirlo y a hablar mal de él, hasta que reventó la cosa.
Lo más grave era que eran vecinos de puerta.

Las denuncias podían venir de cualquiera, de un vecino o alguien que se podía aprovechar, incluso de un bastardo malnacido, que se quedó con el dinero llegado de Bélgica. (era lo que él pensaba ateniéndose al dicho de “piensa mal y acertarás” que, en su caso, siempre acertaba).
Países como Francia y Bélgica, donde había minería, apoyaron públicamente para decirle a Franco, hasta aquí llegamos, que todavía no lo habían hecho y a partir de ahí, te ves más fuerte al decirlo y pierdes el miedo y empiezas a tener la sensación de que no estás solo, que hay otros países detrás de ti.

El carbón era el motor de la economía, impulsado por los que trabajaron casi gratis para levantar el país, después de la guerra civil, la inmensa mayoría mineros que, España llegó a tener 250 mil y Asturias de las que más.

Otro hecho decisivo, eran los mineros que iban a Bélgica y Luxemburgo, en busca de salarios más altos. Esa emigración supuso escasez de mano de obra cualificada, que provocan crisis en el sector.

Los costes aumentaron más rápido que los ingresos, haciendo que los beneficios disminuyeran y la disminución de los márgenes provocó la pérdida de rentabilidad de las empresas, de forma que a partir de 1962 dejaron de repartir dividendos o los redujeron al límite.
Las empresas pequeñas cerraron y las grandes redujeron el tamaño.
Esa es la verdadera historia de la posguerra que, en las cuencas mineras pasaron del pastoreo a la -ciudad dormitorio- y aunque no haya nada escrito, todavía andan presumiendo.

A partir de este año, se elevan los salarios del minero y su nivel de consumo, de tal forma que un picador que, antes de la huelga ganaba de 5.000 a 7.000 pesetas mensuales, en 1963 podía llegar a percibir de 8.000 a 10.000 pesetas y un minero corriente, pasar de las 2.400 o 3.200 pesetas al mes, a las 4.200 o 5.400 pesetas.
Los trabajadores empiezan a incorporase a la creciente sociedad de consumo.

En 1963 hubo concentraciones de trabajadores ante la Casa Sindical de Mieres y en mayo-junio de 1964 se organizaron huelgas en demanda del regreso de los deportados que, cuando volvieron con el castigo cumplido, la Duro Felguera se negó rotundamente, a admitirlos de nuevo en la mina.

No les daba trabajo nadie y algunos se encerraron en el pozo Sotón, con la ropa de paisano, pero no se podía entrar a sacarlos, ni podían meterles nada para comer, hasta que, rendidos por el hambre, tuvieron que salir y buscárselo por donde pudieran que no les daban trabajo, como si fueran demonios que podían contaminar a los otros.

En estos años se forman en Asturias, Comisiones de despedidos de empresas, silicóticos y jubilados, que realizarán asambleas y manifestaciones de protesta.
Así, una Comisión de despedidos por su participación en huelgas o pertenencia a organizaciones políticas clandestinas, el 12 de marzo de 1965 emprenden la ocupación de la Casa Sindical de Mieres y el posterior asalto a la Comisaría de Policía de esta Villa.

A partir del año 66 consiguen avanzar, tanto en salarios como en un poco de respeto a los mineros, que no lo había, que los trataban como a bestias y de ahí poco a poco, a contar con vacaciones que solo había 7 días y que, además, nunca se los daban.

En el año 66 ya pensaban que podían enviar a los hijos a la Universidad, pero comprobaron que era un coto para los hijos de papá y de mamá, aunque también había gente de la clandestinidad

Fueron a hablar con ellos, porque iban a hacer otra huelga solos, aunque contaban con apoyo de los estudiantes y de algunos profesores, a los que llamaban “Rojos”. A la Universidad se unió el comercio y los bares y al final, la huelga se extendió al País Vasco y a toda la minería que había en España.

En 1967 se crea “Hulleras del Norte, S.A. (Hunosa), que puso 2/3 del capital y 1/3 las empresas hulleras asturianas que aportaron explotaciones subterráneas (pozos y minas de montaña), lavaderos, talleres, almacenes, economatos, etc.

La Duro Felguera y la Fábrica de Mieres, que tenían la mayorías de las empresas mineras y conciertos con las centrales térmicas, además de talleres de fundición de hierro y acero y maquinaria de mina que empleaban en sus propias explotaciones, no quisieron entrar en principio en el 67, porque eran muy rentables, pero cuando ya no lo fueron y hubo problemas, todas trataron de incorporarse a Hunosa, como Minas de Figaredo, La Camocha y algunas minas de Cangas de Narcea, que sacaban bien el jugo a los trabajadores.

Los chamizos seguían siendo ilegales, a donde acudían la gente que salía de la cárcel o despedidos que no les daban trabajo en ninguna parte. Iban a un chamizo y en función de la producción cobraban, lo que también hacía algunos pensionistas que tenían una pensión de miseria, para aliviar su situación económica de la casa. La producción del chamizo la vendían al mejor postor y no había demasiado problema para colocar lo que producían.

A principios de 1970 las pérdidas acumuladas de la empresa ya superaban su capital social. Por tanto, el INI se ve obligado a desembolsar la totalidad del capital, convirtiéndose en accionista único de la mayor empresa minera del norte de España: HUNOSA.

Fallecimiento de su madre.
Su madre falleció el 29 de enero de 1971, por el 3º infarto, después de 9 meses ingiriendo por sonda gástrica en casa, que ya no tragaba nada por la boca, salvo líquidos, zumos de naranja y potitos adquiridos en la farmacia y vivía en casa de su hija, la última de todas las hermanas que, a su vez tenía tres hijos, la más pequeña nacida el 10 de febrero de 1964. Tenían ganado, su marido también trabajaba fuera de casa y su tercer hermano también trabajaba, colaborando todos en todo y tratando de no dejarla sola, en ningún momento.
Hasta 3 meses anteriores al fallecimiento, que le quitaron la sonda, la alimentaban por la boca sin sonda gástrica, pero al 3º infarto, ya no se podía incorporar de la cama, no tenían valor para aguantar aquellos tormentos de volver a ponérsela y decidieron para cuando tuvieran que ir al monte, atender las necesidades de la casa o acudir al trabajo, sujetarle la muñeca de la mano izquierda (la más útil), al larguero de la cama para que no se cayera, cuando la dejaban sola en la habitación. La parte derecha la tenía toda inmóvil y con la mano izquierda parecía una afiladora y no se le agotaban las energías.
Tenía 71 años y lo intentaron todo para que no se muriera y la alimentaban con papillas y cosas blandas, hasta que se agotó y murió.

Texto agregado el 21-12-2023, y leído por 313 visitantes. (0 votos)


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