Te amo, te quiero.
Te extraño, me río.
Me quedo en silencio, te miro.
Me sigo riendo, me siento tranquilo.
Te siento distante, te siento al lado mío.
Te veo de frente, te veo conmigo.
Caricias, abrazos, palabras, susurros.
Besos, miradas, casuales arrullos.
Si no hago nada, la nada se transforma en algo.
Si algo me mueve, entonces hago algo,
sea cual sea el motivo, sea cual sea la forma.
Mi sentimiento no es el motivo,
tampoco es la forma.
No es el gesto, ni la acción, ni la norma.
Es la energía que inspira.
Es un ente que me acosa.
Es el responsable
de las primeras lineas de esta prosa.
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