Se fue seca y ofendida.
Ofendida, seca y marchando
porque lo recibió intacto,
que intacto volvió su regalo .
Intacto un reloj que marcaba
segundos míos baratos.
Baratos segundos los míos
a su nombre pa' tirarlos.
Intacta volvió la entrada
a mi corazón sagrado.
Sagrado a mi corazón
para a conveniencia usarlo.
Intacto volvió el derecho
que se arrogó de tratarme,
pues tratarme se arrogó
como una opción deshechable.
Tales dones me obsequió,
grandes para humilde hijo,
hijo de humilde madre,
envueltos en un "perdón".
Envueltos en tal disculpa
tardía y sin emoción,
sin emoción y tardía,
por dormirse todo un día
a media conversación.
Desdeñé humilde el regalo
y jovial y sonriente,
con una sonrisa jovial,
le dispensé el mismo trato.
Pocas horas pasaron,
un día no, un largo rato.
¡Un largo rato, no un día,
es insulto descarado!
Y se marchó desairada
en su gracia de alto estrato,
en su estrato de alta gracia,
por recibir cuanto daba.
No te veré ya más, reina
y no me pesa este estado.
Este estado no me pesa:
mejor reina en otro lado.
Pero este bufón quisiera,
si el querer le fuese dado,
si le diesen el querer,
que en un espejo perlado
se llegase la reina a ver...
¡recibiendo lo que ha dado!
:D |