Al final parte 28
Llegaron a la casa. Era una casa en color blanco con verde agua. Tenía un portón bastante descuidado. El patio era muy grande. Cabían sus dos automóviles. Entraron a la casa, sala, comedor, cocineta, dos cuartos en la planta baja, un baño con regadera, un patio trasero, cuarto de lavado. Junto al baño están las escaleras. Arriba está la otra recámara, otro baño con regadera y una extraordinaria terraza.
- ¿Qué piensan? preguntó la vendedora.
-Es increíble la casa -Oscar dijo.
-Antes Israel hizo una pausa mientras la vendedora escuchaba atentamente ¿aquí pueden vivir niños?
-Claro ¿por qué no?
- ¿El costo? Israel cuestionó.
-Un millón cuatrocientos mil pesos.
- ¿Cuánto? soltó Oscar.
- ¿Es muy cara? preguntó la vendedora.
-Para nada. Es una ganga respondió Israel ¿nos permite?
-Claro, esperaré abajo.
- ¿Qué piensas? preguntó Israel a Oscar.
-Sí es una ganga. Pero tenemos que remodelarla.
- ¿Quieres o no?
-Está bien. Me gusta la terraza Oscar le dijo a Israel.
Los dos jóvenes bajaron y cerraron el trato con la vendedora.
- ¿A qué llegaron? Tengan en cuenta que esta casa ya estuvo habitada. Aquí vivieron dos viejos. Duraron años casados. Tuvieron cuatro hijos. Mi mamá era hija de esos viejitos.
- ¿Esta casa es tuya? Israel pregunta sorprendido.
-La estoy vendiendo con la inmobiliaria. Yo sé que tiene que remodelarla, pero créanme que vale la pena. Es una zona segura. Hay un mercado a cuatro calles, seguramente pasaron por la plaza. Cerca hay una universidad.
-Nos gusta. Pero necesitamos planes de pago Israel dice.
-Claro. La inmobiliaria tiene planes.
Los dos jóvenes estaban animados por formar su nido de amor.
- ¿Qué opinas de la casa? le pregunta Israel en el automóvil.
-Parece un sueño. La terraza ¿la viste? Es increíble. Ahí podríamos tener sexo el tiempo que queramos, podríamos poner una sala, una pista de baile y sonido Oscar dijo muy animado.
-Te gustó después de una pausa le dijo te propongo algo.
- ¿Qué?
-Que tengamos sexo hasta que nos casemos.
-No te pases. Te extraño en la cama se queja Oscar.
-Yo también te extraño, pero no podemos seguir gastando en hoteles. Debemos ahorrar para la casa y la boda. Mientras, nos podríamos enviar fotos le propone Israel.
- ¿Te refieres a nudes?
Israel afirmó con la cabeza.
-No sé si aguante le dijo Oscar tocándose la entrepierna.
-Claro que podrás Israel le da una palmada en la pierna.
-Si me tocas así, menos voy a poder Oscar no se resistía a los encantos de su prometido.
La pareja regresó a la casa de Israel y comenzaron con los preparativos de la boda. Israel comentó que se animaron por la casa. Nuria estaba feliz por la decisión de su hijo. La pareja dijo que darían sus ahorros para pagar la mitad de la casa y la otra mitad la irían pagando poco a poco.
Emilio no soportaba que a su familia le faltara algo. En su momento, Emilio no tenía para solventar los gastos de la casa, ahora no le sobraba, pero no le faltaba. Tenía pensado darle el dinero suficiente a su hijo mayor para que pagara parte de su casa.
El lunes por la mañana, todos se fueron a sus actividades. Camila llegó a la escuela. Está en segundo de primaria. Semanas antes, la niña había ganado el concurso de spelling y de sumas y restas, era una alumna que no causaba problemas.
Camila salió a desayunar en el recreo cuando unas niñas de cuarto grado se acercaron a la niña y le amargaron el lunch.
-Ya sabemos llegó Sabrina a molestar a la pequeña Camila.
- ¿Qué quieres? preguntó Camila mordiendo su sándwich.
- ¡Que tu hermano es puto!
- ¡Cállate, tonta! soltó Camila.
- ¡Tu hermano es puto! algunos niños y niñas se juntaron haciendo bola a Camila es puto, es puto, es puto.
Camila no soportó que le llamarán así a su hermano protector. La niña se levantó, tomó la lonchera de la cuerda, tomó vuelo y le pegó a Sabrina en la cabeza.
-Idiota. Mi hermano no es puto ¡Te odio!
La maestra de Sabrina llevó a las dos niñas a la dirección.
Nuria fue llamada a la dirección al igual que la mamá de Sabrina.
Nuria estaba molesta porque habían minimizado la falta por parte de Sabrina. Estaba emitiendo un juicio sobre su hijo mayor.
- ¿Me está diciendo que la única castigada será mi hija? cuestiona Nuria muy molesta.
-Bueno, realmente la falta la comentó Camila irracionalmente expresa la directora.
- ¿Y Sabrina no cometió ninguna falta?
-Entiende, Nuria la directora intentó calmar la situación.
-No entiendo. No quiero entender dijo después de un momento - Me llevaré a mi hija.
-Claro, así debe ser dijo la madre de Sabrina.
-Deme los papeles de mi hija.
- ¿Cómo? pregunta la directora.
-Quiero verlos.
La directora llevó los papeles de Camila y se los entregó a Nuria.
-Perfecto. Me retiro.
-Espera. Los papeles se quedan.
-No. Yo no puedo tener a mi hija en una escuela donde promueven la homofobia.
-Pero Camila ganó el primer lugar de
-Me importa poco - dijo Nuria interrumpiendo a la directora - Mi hija ganará dónde ella quiera. Y no voy a regañarla ni a castigarla.
-Pues no creo que la reciban en otra escuela, yo me encargaré de que no la reciban en ninguna escuela.
-Entonces, yo me encargaré de difundir que tu escuela discrimina y es homofóbica- Nuria salió de la mano de su hija.
Por la tarde la mamá habló con su hija.
- ¿Estás enojada conmigo?
-No, hija. Estoy molesta porque una niña como tú no reacciona así. Tú no eres una niña agresiva.
-Es que le dijeron cosas feas a Israel. Mamá ¿Qué es puto?
-Esa palabra es horrible. Es una palabra peyorativa hacia las personas que les gustan los hombres como a tu hermano.
- ¿Y es malo querer a un hombre?
-Nunca es malo querer a alguien. Tu hermano decidió ser homosexual y está bien. ¿crees que eso es malo?
-No. Israel me quiere mucho y yo a él.
-Su orientación sexual no tiene que ver con lo que sentimos por él y mucho menos por la calidad de persona que es. Todos merecemos respeto sin importar lo que nos guste.
-Sí, mamá.
-Ya no vas a ir a esa escuela. Irás a otra. Queda un poco más lejos.
- ¿Por qué mamá?
-Es por tu bien.
El hermano cuando llegó de trabajar se enteró de lo que había pasado en la primaria. El joven entró a la recámara de su hermanita y habló con ella. Le dijo que no se enojara por comentarios tontos de gente tonta. Que mejor no hiciera caso. Aprovechó para darle el beso de las buenas noches y terminar de leer el libro que estaban leyendo.
Continuará
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