Ego es lánguido, largo, su cabello es lacio y largo como su estructura física, rebelde, tribal, mestizo, su mirada es caoba, rasgada, inquisitiva, inquietante, habida y penetrante. Es cercano y distante como felino.
Hábiles sus manos, dedos demasiado largos, uñas pálidas aplanada, cortas.
Pensamiento rápido, cauto, desconfiado e incrédulo, irreverente, tal vez autoritario, auténtico.
La sonrisa es de dientes torcidos pícara, escurrida, labios carnosos ovalados, precedidos de una nariz pequeña de punta redondeada.
Su barba amplia, poblada, moteada de castaños obscuros y grises como sus inquietudes y preocupaciones, cubriendo gran extensión de su rostro.
Hay heridas en el, pero luce tranquilo, aun así, se ve seguro, la desconfianza es su defensa como método científico y protocolo.
Su mentón va erguido como en la cima del mundo, a veces puedes encontrarlo tomando una taza de te, viendo absorto el infinito.
Ego es de hablar fluido convencen sus ideas, algo alarmistas, pero asertivas en su generalidad.
En el habita amplitud de conocimientos, sabio, resabiado, perspicaz, envolvente, inspira respeto.
El es y conjugado en ese momento el era todo lo que yo quería encontrar en esta vida y ni siquiera lo sabía.
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