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Al final parte 26
Margarita estaba desesperada para que su hijo recibiera la atención adecuada. La última vez que estuvo en el hospital había ofendido a Israel, ella había decidido no ir más al hospital. A Margarita le recomendaron a una pedagoga que ayuda a los alumnos que tienen algún problema de aprendizaje. Se dirigió a la dirección que le dieron, estacionó su auto afuera y tocó el timbre.
-Disculpe ¿usted es Nuria Escalante?
-A sus órdenes.
-Yo soy Margarita Quiroga. Me recomendaron sus servicios.
Así de pequeño es el mundo.
El caso del hijo de Margarita era delicado y necesitaba más atención. Nuria le solicitó a Margarita llevar a su hijo el sábado para atenderlo. Ese día Israel salió con Oscar. Querían estar juntos, pero estaban ahorrando para la boda.
Israel y Oscar regresaron a casa. Querían comenzar con la organización de la boda. Israel entró junto con Oscar, los dos venían bromeando cuando la vio en el patio de su casa.
-Ay hijo. Te presento, ella es Margarita. Me trae a su hijo.
A Margarita se le caía la cara de vergüenza, si es que la mujer tiene vergüenza.
-Mucho gusto.
-El gusto es mío – Israel extendió la mano y Margarita respondió.
-Él es mi futuro yerno - comenta Nuria.
-Es mi prometido – Israel reiteró.
-Mucho gusto, señora – contestó el joven – Oscar Aguilar.
- ¿Ya comieron? – preguntó Nuria.
-Ya, pero ahorita nos comemos – respondió Israel.
- ¿Verdad que son hermosos?
-Claro – respondió Margarita agachando la cabeza.
Los dos jóvenes pasaron a la casa tomados de la mano. De inmediato Israel le dijo a su novio quién era la mujer estaba afuera.
- ¡Oscar! – gritó Camila cuando lo vio en la casa – ven, vamos a jugar. Mi mamá me compró unas muñecas.
-Pero yo las voy a vestir – le dijo Oscar.
-Sí. ¡Y tengo a su novio como tú!
Los dos jóvenes se rieron de la inocencia de la pequeña. Oscar cargó a Abraham y también jugó con él.
Margarita ya se había ido cuando Oscar tomó sus cosas y se fue. Israel salió para despedirlo cuando se encontró con la bruja.
-Te veo feliz – dijo la bruja.
- ¿Qué quiere?
- ¿Ahora ya me crees? Te dije que se vendría la desgracia a tu vida.
-Son circunstancias, señora.
-La que me preocupa es tu abuela.
-Con mi familia no se meta.
-Lo vi en las cartas. La veo triste y sola. Esa cruz que te dieron es de protección. Nunca la dejes.
- ¿Cómo sabe eso?
-Yo lo sé todo – respondió la bruja levantando la ceja - Serás demasiado feliz con él. Usa la cruz todo el tiempo.
Israel tocó la cruz, sus convicciones se pondrían en duda por una bruja.
Continuará…
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Texto agregado el 03-12-2023, y leído por 43
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