Isabel A era una funcionaria muy inteligente y capaz de reemplazar a los directivos de más rango en la empresa donde laboraba. Esa capacidad no era bien vista, sobre todo por las mujeres, quienes la detestan, por ellas le habrían dado muerte de la peor manera, no les gustaba que sobresaliera en todo y ellas casi en nada.
Isabel A, nunca se enfermaba, tenía una salud de hierro, mientras sus compañeras, más se la pasaban enfermas que alentadas. Cuando no era la gripe, eran los cólicos menstruales los que impedían que fueran a trabajar; en otras oportunidades eran las neuralgias, según ellas por el cambio abrupto de clima; también le echaban la culpa a los zancudos, quienes provocan el dengue. En fin, siempre encontraban una disculpa para justificar su ausencia al trabajo.
Desde que Isabel A,trabaja ahí, no ha faltado ni una sola vez a su trabajo, le han dado muchas distinciones, lo cual envenena el alma de sus compañeras, pues no tenían la inteligencia y precisión de Isabel A. Pese a todos esos dotes, ella no tenía pretendientes, por eso, las mujeres de la empresa se burlaban a sus espaldas. Cuando la veían venir a la distancia, decían: "Allá viene esa solterona, qué pereza". Yo no entiendo la razón de ese odio extremo, pues ellas también pueden ser como Isabel A, hasta mejor, si sé lo proponen. No justifico que sean así con esa mujer, el único delito que ha cometido fue estar preparada para manejar bien la información, nada más, pues Isabel es artificial.
Pedro Moreno Mora
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