Concédele siempre más importancia a tu motivación que a tu capacidad.
Si no tienes una construcción segura de ti mismo, nunca apuestes por aquellas voces que te señalan como un ser excepcional bajo el punto de vista de las capacidades. Eso será tu perdición. Y máxime cuando esas capacidades han sido elaboradas con ayuda de ellos a partir de tus capacidades originarias. Quedarás vendido a las expectativas que ponen sobre ti y te lo harán saber en su momento mediante el reproche, la culpa y la vergüenza si no estas a la altura de sus expectativas. Y serás prisionero de ellas. Cuánto más tardes en zafarte de estos seres que socavan tu yo primigenio, más te despersonalizas y te destruyes. Hazlo cuánto antes, sin dudar.
Las personas que quieren en verdad ayudarte priorizarán en ti tus motivaciones propias, por pequeñas que les parezcan, frente a tus capacidades. Sólo las personas que no quieren ayudarte pondrán las segundas por encima de las primeras especialmente para la consecución de sus planes y proyectos. Puede pasar que estas personas lo hagan inconscientemente pero este hecho no las exculpa de su acción en sí dañina. Y puede que nunca reconozcan ni internamente el daño provocado. Morirán autoengañadas.
Otra cosa a tener en cuenta es que no es sano medirnos por la fuerza de las motivaciones que tengamos. Ni capacidades ni motivaciones estarán jamás por encima de ti. Son solo partes de ti y por eso tú eres más que ellas. Nunca un mar fue mayor que un océano.
Y nunca las capacidades que están en ti serán el motor que impulse tu entrega en el hacer. No te confundas. Y no permitas que te confundan.
21 de agosto de 2023
David Galán Parro
Texto agregado el 26-11-2023, y leído por 98
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Lectores Opinan
30-11-2023
Me gustó mucho tu reflexión,porque estoy de acuerdo contigo.
Muchos dañan en ese aspecto.
// Nunca las capacidades que están en ti serán el motor que impulse tu entrega en el hacer.//*****
Un abrazo
Victoria 6236013