Un día conocí a un tipo bastante anormal, capaz de escribir un libro entero sin decir absolutamente nada, un libro de formas, sin contenido. En todo lo que le pude leer, vi que trazaba un trayecto en el cual derrochar palabras, improvisando sobre la marcha, sin ninguna necesidad de tener contenido para el espíritu ni para la mente, sin ningún desarrollo que no fuera situacionista, estoy aquí, voy por aquí, veo esto, ahora veo esto, y así, recorrer páginas y páginas de vacío. Yo cuando conocí a este tipo, y me sedujo su forma de experimentar, intente escribir yo misma, un sinsentido como este, pero no lo logre, me quede a medio camino de la estafa y el vacío, siempre he pensado que escribo porque tengo cosas que decir, y no niego que a veces han sido tantas las ganas de escribir, que he escrito cualquier truño como excusa, pero a nivel escritor profesional, escribir sin mensaje, es una estafa, es como aplicar un laberinto sin puertas a una mente cándida e inocente que no se lo espera, que sigue el trayecto porque se piensa que en cualquier momento, llegara a algún sitio, u ocurrirá alguna cosa, pero la estafa es esa, es solo un transcurso, es un derroche de palabras sobre la nada, y si el libro termina así, de un transcurso hasta el infinito, ¿Qué puede suceder? ¿Cuáles serán las sensaciones del lector? ¿ansiedad? ¿por qué querría yo crear ansiedad a nadie? ¿para experimentar? ¿para experimentar el vacío? ¿y qué puta conclusión útil sacaríamos de ello? ...
Yo lo intenté, intenté escribir así, de hecho, me autoedité un minicuento con este devenir, pero es un texto truncado, porque llega un momento en que ya no puedo seguir, porque me siento mal y abandono. Y hasta incluso al final, le pido disculpas al inventor de esta escritura, si mas no, el que me la mostró a mí, por haber abortado la misión, pero aun así me dan ganas de volverlo a intentar. ¿qué me lo impide?, no tengo nada mejor que hacer que ir perdiendo el tiempo escribiendo palabras, así que si estas leyendo esto, ¿podríamos zambullirnos ya?, pero claro, este experimento sin feedback, se quedaría a medias, yo necesitaría saber qué te ha ocurrido, para que toda esta mierda tuviera algún sentido, así que aquí te dejo mi email, para que me escribas cuanto antes mejor.
silviaresorte@hotmail.com
ANDANDO SOBRE EL VACÍO
Ya se esta poniendo el sol, el cielo esta rojo con girones de color negro, hace un poco mas de frio que hace un rato, tengo los pies mojados, porque para meterme aquí , he tenido que entrar desde la playa, y pequeñas olas se han metido en mis zapatos de color beige, hay una nube que parece un oso panda, recortado entre rojo y negro, parece un panda libertario, la luz esta desapareciendo a mi alrededor, ahora soy mas obtuso, un poco mas opaco, un poco mas ceniciento, un poco mas agrio, me sabe la boca a sal, un ligero viento se acaba de levantar y se me ha metido por el cuello, creo que voy a pasar mucho frio, he cogido un remo, después el otro, y los he metido a ambos en el agua salada de color basalto, el agua me ha salpicado, he tenido un escalofrío leve que me ha recorrido la columna dorsal y las cervicales, me he metido la mano en el bolsillo de la camisa y he dejado el remo colgando de las cinchas de la barca, y he sacado un paquete de tabaco, el remo se ha movido un poco y casi se me escapa, lo he cogido con rapidez y lo he vuelto a meter dentro, el paquete de tabaco ha salido de mi bolsillo, por fin, porque se había encallado en el ribete del bolsillo, ahora cojo un cigarro, es un Marlboro, lo estiro un poco porque estaba arrugado, y me lo pongo con estilo entre los labios, me entra su aroma por la boca antes de encenderlo, hacía semanas que me fume el ultimo, pero ahora es un buen momento para aspirar uno, me meto la mano en el bolsillo del pantalón, y extraigo mi mechero de mecha, el de los años setenta, el que uso en la grúa cuando estoy trabajando, rasco la rueda del pedernal, y hace cálidas chispas como luces de un estroboscopio y acerco el cigarrillo a la mecha de color naranja y el viento hace de enlace para que prendan las chispas en el cilindro de papel, mientras yo succiono el humo, que enseguida se desliza por mi garganta hacia abajo, embriagándome con su sabor ocre, y causándome cierto desmayo de voluntad.
El otro remo ondea al devenir de las olas, cojo el remo derecho y lo vuelvo a pasar por la cincha, y hago un poco de fuerza, para penetrar las olas negras que se acercan a la barca, y ahí empiezo mi viaje, no tengo previsto donde llegar, tan solo el transcurso quiero que sea una delicia, clavo pues ambos remos en el mar y me tiro hacia atrás para hacer palanca al agua y así desplazarme hacia delante, hacia la oscuridad, el mar me salpica a la cara, y el viento le sirve de acicate. Es de noche ya, no sé cómo ha sido, pero ha oscurecido de repente, y yo he caído en un trance con el vaivén de los remos y los saltitos de las olas, y me pongo a remar, remar, remar, no veo nada, tengo frio mientras remo, remo y remo la luna no ha salido, del mismo frio, me ha salido un poco de moquita de la nariz, y sigo remando, remando, remando, no veo nada, tengo frio mientras remo, remo y remo, al final del mar se ve una luz, tal vez se ha caído una estrella y me digo «ya voy a rescatarte», y sigo remando, remando, remando, no veo nada, tengo frio mientras remo, remo y remo, los ruidos del agua en la oscuridad me inquietan, «a ver si es un monstruo marino que quiere ponerse en contacto conmigo» y me rio amargamente, y sigo remando, remando, remando, no veo nada, tengo frio mientras remo, remo y remo, el estómago también hace ruidos, siento un enorme vacío. Mirando hacia tras, la costa parece un parvulario de árboles pequeños de navidad, tiernas lucecitas noctambulescas sosteniendo el cielo a ras de suelo, y sigo remando, remando, remando, no veo nada, tengo frio mientras remo, remo y remo, mientras sigo remando, remando, remando, y me acuerdo de los náufragos de las pateras, piel negra contra el fondo negro de la noche, no veo nada, tengo frio, mientras remo, remo y remo, las manos se me están helando, mis dedos son de cristal roto, por delante todo negro, y sigo remando, remando, remando, no veo nada, tengo frio mientras remo, remo y remo, de pronto estornudo, me limpio la nariz con la manga y sigo remando, remando, remando, no veo nada, tengo tanto frio que el cuerpo me ha dejado de temblar y se ha convertido en un bloque duro de dolor mientras remo, remo y remo, mi piel esta recibiendo las cuchilladas del viento y no sangro porque la sangre, de tanto frio, se me ha helado en las venas y ya apenas circula, si no es pinchándome con las finísimas agujas del horror hacia la próxima embestida de aire, pero yo sigo, y sigo y sigo etc.
Creo que es un buen momento, dejo de remar, me desabrocho el botón del pantalón, me pongo de pie, dejo caer los pantalones por mis piernas, no llevo ropa interior, un terrible helor me cubre el cuerpo, sabía que pasaría frio, a eso venia, a vivir intensamente la noche, mi cabello me da sacudidas en los ojos, me desabrocho la camisa, saco primero una manga y luego saco la otra, la camisa cae haciendo gesticulaciones al viento, quizás algún corte de mangas antes de desmayarse al fondo de la barca, sigo de pie, miro hacia la profundidad, no veo nada, saco un pie de la barca, saco el otro, me pongo a caminar sobre las aguas, hace un frio encarnizado, me tiembla la mandíbula como si fuera la risa de mi calavera, sigo andando, las olas me mantienen erguido, y hace mucho, mucho frio, así que me vuelvo a la barca, me meto dentro, me tapo con la manta y me digo…«Me voy a casa»
Esto es todo, no sé si he conseguido destilar lo que quería demostrar, creo que no he conseguido el efecto de vacío, en fin, tampoco he querido escribir un libro con este método, entiendo qué para las prisas que hay hoy en día, es suficiente muestra, no quiero ponerme pesada, ni torturar a nadie, al final he sido amable y le he dado cierta forma y hasta un final, no he podido evitarlo, aunque para ser un texto vacío ocurren demasiadas cosas.
Espero vuestro feedback sobre la sensación de lentitud, de absurdo, y de vacío, o si a mitad has dejado de leer por insoportable, pero me gustaría saber lo que te haya podido transmitir este experimentito, yo creo que la escritura no son solo delinear palabras, si no que todo texto ha de tener un trasfondo, un alma, el alma humana, sino seria lo mismo que si lo escribiera una inteligencia artificial, que por cierto, la canción póstuma de los Beatles es un verdadero truño, suena a lo que es, un “conglomerado Frankenstein”, todo texto ha de tener una intencionalidad igual que esta canción no la tiene, solo suena a una mierda de canción más, y supongo que este texto mío ni siquiera ha conseguido lo que pretendía, hacerte andar sobre el vacío, porque para escribir sin alma, hay que ser inhumano.
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