¿Cumplir o no con las Resoluciones de la ONU?
Jober Rocha
Las Naciones Unidas (ONU) es una organización internacional creada en 1945 con el objetivo de promover la paz y la seguridad internacionales, el desarrollo económico y social y la protección de los derechos humanos. Está integrado por 193 países miembros, además de dos estados observadores no miembros. La ONU tiene una amplia gama de órganos y agencias, y sus resoluciones se consideran vinculantes para los Estados miembros. Sin embargo, al tratarse de una organización eminentemente política, está plagada de intereses geoestratégicos, económicos, financieros y militares. Los países más fuertes, económica y militarmente, tienen más voz que los países más débiles.
Cuando los intereses permanentes de los países miembros entran en juego y se ven amenazados, muchos de ellos se muestran reacios a cumplir o simplemente no cumplen con las decisiones de la ONU que eventualmente los perjudican.
Hay varias otras razones para el aumento del incumplimiento de las resoluciones de la ONU. Una razón es el aumento de la polarización política en el mundo. Las grandes potencias, como Estados Unidos y China, tienen intereses divergentes y esto dificulta alcanzar un consenso sobre las resoluciones de la ONU.
Otra razón es la creciente influencia de actores no estatales como grupos terroristas y grupos armados no estatales. Estos actores no están sujetos a las mismas leyes y normas internacionales que los Estados miembros, lo que hace más difícil para la ONU hacer cumplir sus resoluciones en países donde estos actores tienen fuertes poderes e influencia.
El incumplimiento de las resoluciones de la ONU obviamente tiene un impacto negativo en la paz y la seguridad internacionales. Por ejemplo, el incumplimiento de la resolución 2274 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigía el fin de los bombardeos sobre Siria, contribuyó a la prolongación del conflicto civil en ese país.
Resulta que en muchas situaciones existen conflictos de intereses entre países y grupos involucrados en la disputa; por lo que se vuelve inviable que países que tienen algún tipo de interés particular, especialmente de carácter ideológico o estratégico, cumplan con las resoluciones emitidas por la ONU para no cumplirlas.
A continuación, exploraremos algunos de estos episodios recientes:
1. Conflicto israelí-palestino:
- Recientemente, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución simbólica propuesta por Jordania, pidiendo una tregua humanitaria en el conflicto entre Israel y Hamás. La resolución también solicitaba ayuda y acceso a la Franja de Gaza para proteger a los civiles. Sin embargo, 14 países votaron en contra de la resolución. Esta situación pone de relieve la dificultad de garantizar el cumplimiento de las resoluciones cuando están en juego intereses políticos y tensiones regionales.
2. El veto de Estados Unidos y la crisis humanitaria:
- Recientemente, Brasil propuso una resolución que pedía la creación de corredores humanitarios y una pausa en el conflicto en Medio Oriente. El texto brasileño recibió el apoyo de doce votos y dos abstenciones, pero el veto estadounidense fue suficiente para bloquearlo. Esto puso de relieve la necesidad de equilibrar los intereses geopolíticos con la protección de los civiles en las zonas de conflicto. La diplomacia brasileña continúa presionando para que se haga una referencia explícita a la situación humanitaria en las resoluciones de la ONU.
3. Resolución propuesta por Malta:
- La resolución pide la implementación de “pausas y corredores humanitarios urgentes y prolongados en toda la Franja de Gaza durante un número suficiente de días”, para que las agencias especializadas de la ONU, la Cruz Roja Internacional y la Cruz Roja Internacional puedan proporcionar ayuda humanitaria de emergencia a la población civil. por otros organismos humanitarios imparciales.
El texto también pide la “liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes” capturados por Hamás y otros grupos, además de rechazar el desplazamiento forzado de poblaciones civiles y exigir la normalización del flujo de bienes y servicios esenciales hacia Gaza, con prioridad de agua, electricidad, combustibles, alimentos y suministros médicos.
El texto contó con 12 votos a favor, ningún voto en contra y tres abstenciones: Estados Unidos, Reino Unido y Rusia.
Evidentemente, las partes en conflicto no respetarán esta resolución, ya que Hamás no forma parte de la ONU e Israel ciertamente no adoptará unilateralmente tal resolución.
4. Desafíos de implementación:
- Además del conflicto palestino-israelí, otras cuestiones como las restricciones de derechos, la financiación del terrorismo y la protección de civiles también enfrentan desafíos en la implementación de las resoluciones de la ONU.
- La falta de compromisos claros y la renuencia de algunos Estados miembros a cumplir las resoluciones podrían socavar la eficacia de la ONU en su conjunto.
- La ONU está tomando algunas medidas para combatir el incumplimiento de sus resoluciones. Por ejemplo, el Consejo de Seguridad de la ONU creó un mecanismo para monitorear el cumplimiento de sus resoluciones. Sin embargo, estas medidas aún no son suficientes para frenar el aumento del incumplimiento.
En resumen, el creciente incumplimiento de las resoluciones de la ONU refleja complejidades geopolíticas e intereses divergentes entre los estados miembros. La búsqueda continua de soluciones efectivas requiere diálogo, cooperación y responsabilidad global.
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