DESPISTADO
Patricio Borbón es un profesional de la ingeniería, un profesor universitario con cuatro décadas de labor ininterrumpida y un distraído consumado. Es un hombre de piel rojiza, alto, de pelo y barbas blancas que camina dando grandes pasos y que posee una extraña mirada que no permite adivinar el rumbo de sus pensamientos.
Sus cátedras son observadas discretamente por sus alumnos y estudiantes de otras facultades que admiran la facilidad con que desarrolla fórmulas matemáticas en el pizarrón.
El pasado sábado tuvo el consecuente gesto de llevar a su esposa al cine después que ésta solicitárselo innumerables veces; aunque tenía, como siempre,
muchas cosas pendientes, prefirió dedicarle esas dos horas a su amada mujer.
Durante el desarrollo de la película miraba constantemente el reloj, ansiando que llegara los minutos finales de su desenlace.
Finalmente, se fue al baño y cuando terminó se dirigió al estacionamiento, montó su vehículo y regresó a la casa.
Ya en su hogar, buscó sin éxito a la mujer y al no encontrarla, luego de unos minutos de indecisión, la llamó al celular:
—Matilde, ¿Se puede saber a dónde estás metida a estas horas? —inquirió molesto.
La buena mujer, conociendo su fama de despistado, con una sonrisa de compasión, le contestó:
—Aquí, en mi asiento del cine, esperando a que regreses del baño.
Alberto Vásquez.
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