¿Por qué no nos han contactado todavía?

Jober Rocha

El espíritu de conquista que siempre ha guiado a la especie humana ha permitido que nuestra civilización se desarrolle a lo largo de la historia y tenga como objetivo conquistar el espacio y otros planetas del Sistema Solar. Por semejanza, dado que estamos hechos a imagen y semejanza del Creador como afirma la principal religión occidental, otras especies similares a la nuestra, que puedan existir en el vasto Universo construido por el Creador, ciertamente y como criaturas suyas (como somos nosotros), también serían agraciados con este mismo espíritu de conquista.
El estudio de la Historia General, de los pueblos y naciones, nos muestra que entre los tipos de dominación más comunes vigentes en nuestro planeta, desde el inicio del surgimiento de la especie humana, se destacaron los de conquista de territorios ajenos mediante guerras de invasión y los de establecer vasallaje sin necesidad de guerras de conquista. En estos últimos casos, los monarcas o jefes de los territorios a conquistar acordarían, ante la mera visión de las fuerzas invasoras y el reconocimiento de su poder, pagar anualmente una determinada cantidad de bienes y/o servicios al monarca o jefe conquistador de sus territorios.
En estos casos el pueblo, casi siempre, desconocería por completo su situación como vasallos del conquistador extranjero; ya que, al no estar al tanto de las negociaciones involucradas y de los acuerdos previamente pactados – restringidos todos a los monarcas y sus embajadores - y al no ver tropas extranjeras en ese territorio, imaginaria que sus actuales monarcas o jefes eran los verdaderos dueños y señores de esas zonas y no, únicamente, gerentes o administradores al servicio de otro monarca o jefe externo, por vasallaje.
Lo mismo ocurre hasta hoy, cuando la mayoría de los habitantes del planeta, ignorantes de sus verdaderos amos, sólo conocen a los administradores del momento, que se suceden por sufragio universal, cada cuatro años o cada cinco años, según las circunstancias del país. A su vez, el control del comportamiento de las masas, en la era de la electrónica y la tecnología de la información, se realiza de una manera sutil y casi desconocida para la gran mayoría de la gente: a través de la WEB, la telefonía, los satélites, los chips, las tarjetas electrónicas, etc.
Cuando se alzan voces aisladas contra la dominación del planeta por un Nuevo Orden, advirtiendo de la servidumbre obligatoria de los monarcas locales (porque no pueden evitarla) y de la servidumbre voluntaria de los súbditos locales (porque no son conscientes de ello y piensan que sólo sirven a su señor local), rápidamente son silenciados o desacreditados.
Volviendo ahora al título de este ensayo, podemos percibir, desde hace mucho tiempo, la presencia en la atmósfera de nuestro planeta de naves y objetos voladores que no fueron construidos y/o dirigidos por nosotros. Numerosos informes y testimonios hablan de contactos visuales con seres distintos a nosotros, abducciones, exámenes médicos y recogidas de fluidos y materiales orgánicos por parte de dichos seres, etc. Muchas películas y fotografías (incluidas algunas realizadas por la NASA) muestran extrañas naves y objetos aterrizando o moviéndose por los cielos de nuestro planeta.
La mayoría de los gobiernos del mundo siempre ha buscado ridiculizar y desacreditar tales declaraciones; así como las películas y fotografías difundidas. Quizás, sus objetivos sean ocultar a sus súbditos el nuevo vasallaje al que ya estarían sometidos, aunque esta vez posiblemente incluso a amos extraterrestres.
La razón para plantear esta hipótesis se basa en que, si el objetivo de estas especies extraterrestres que nos visitan fuera invadir, simple y llanamente, el dominio de nuestro planeta y con reconocimiento general por parte de la población mundial, éste tendría sucedió hace mucho tiempo; teniendo en cuenta el avanzado estado de desarrollo científico y tecnológico de estas especies, muy superior al nuestro, y el tiempo que ya ha transcurrido desde que se reportaron estos contactos visuales con naves y seres extraterrestres.
Si aún no hemos sido invadidos oficialmente ni contactado públicamente, podemos suponer, entonces, que nuestros monarcas o gobernantes pueden haber sido ya contactados y que, después de sus capitulaciones totales sin guerra, se contentaron con pagar sus respectivos vasallajes anuales, en bienes y servicios, sin que las poblaciones de sus países sean conscientes de ello - por el deseo de los propios conquistadores y también de sus representantes (de que pudieran seguir manteniendo sus privilegios y, eventualmente, obtener conocimiento de nuevas tecnologías ajenas, que ya se estaría introduciendo en nuestro planeta y generando ganancias para los agentes y algunas élites terrestres). Algunos autores afirman que el contacto de las élites mundiales con seres extraterrestres ya se produjo hace mucho tiempo y que estos seres extraterrestres controlan los destinos de nuestro planeta desde entonces.
También podemos suponer, si nuestras élites aún no han sido contactadas con el objetivo de establecer vasallaje, que, en un futuro próximo, lo serán y que las 'misiones de presencia' de las naves alienígenas y la demostración de sus tecnologías serán, simplemente, una preparación del camino y de las bases para el establecimiento de este vasallaje terrestre, sin necesidad de guerras de conquista territorial por parte de ejércitos alienígenas (la conquista territorial es, quizás, poco práctica por razones de adaptación climática o de logística espacial para transportar grandes contingentes de fuerzas militares de conquista y equipamiento de ocupación).
Podemos suponer, por otro lado, que la intención de estos seres, en nuestro planeta, es querer ayudarnos en nuestro desarrollo material y espiritual, de forma filantrópica y desinteresada. Así como este hecho nunca ocurrió entre los distintos pueblos y razas (y entre los diversos países y naciones) de nuestro planeta, no creo que alguna vez ocurra entre razas extraterrestres de otros sistemas solares.
Si así fuera, se declararía la muerte de la dialéctica de la evolución, según la cual la evolución no puede ser concedida, sino que debe ser conquistada por quien evoluciona. A su vez, también podemos asumir, como última alternativa, que las hipótesis anteriores son todas falsas y que la verdadera respuesta a la presencia extraterrestre en nuestro planeta es el hecho de que hemos violado, sin saberlo, algún protocolo de seguridad extraterrestre.
Las explosiones nucleares, aéreas, marítimas y subterráneas llevadas a cabo en nuestro planeta desde principios de los años 40, pueden haber sido detectadas por seres extraterrestres más evolucionados de otros Sistemas Solares, que vieron en ellas amenazas reales y potenciales para el buen funcionamiento del Universo.
El intento de conquistar otros planetas de nuestro Sistema Solar, en el que nos hemos embarcado recientemente como terrícolas, y la posibilidad de llevar nuestros artefactos nucleares a dichos planetas, puede, también, haber desencadenado un protocolo de seguridad por parte de seres extraterrestres, preocupados por el funcionamiento y preservación del Universo. Así, su misión en nuestro planeta podría ser simplemente observar lo que hacemos en términos de guerra y tecnología, lo que eventualmente podría poner en riesgo otros Sistemas Solares, otras razas alienígenas y el equilibrio mismo del Universo entero.
Además, en el caso de esta última hipótesis presentada, las élites gobernantes del mundo podrían estar intentando impedir el contacto de estos seres más evolucionados con las poblaciones del mundo, temiendo que ellos mismos puedan perder todo el poder que tienen sobre sus súbditos, al llegaren estas a saber la verdad sobre los extraterrestres. Esta verdad podría ser totalmente diferente de aquellas verdades filosóficas y religiosas aceptadas por los terrícolas y, efectivamente, socavar nuestras creencias y nuestras organizaciones económicas y sociales.
Además, si esta última hipótesis es cierta, podemos suponer que, inevitablemente y a pesar de las élites gobernantes del mundo, tarde o temprano los extraterrestres establecerán contacto con las poblaciones de nuestro planeta. Las frecuentes apariciones de naves y los círculos dibujados en las plantaciones agrícolas (los llamados Crop Circles), sería ya el inicio del proceso alienígena de hacerse visible y conocido por las poblaciones terrestres.
Por otro lado, también es posible que los extraterrestres hayan esperado en los últimos años la evolución de la tecnología informática y de las comunicaciones digitales y su difusión por los cuatro rincones del planeta, para darse a conocer, al mismo tiempo, en todos los países del mundo. Las sucesivas oleadas de naves extraterrestres en los cielos del planeta han aumentado en los últimos años, al igual que el número de círculos en los cultivos realizados en los campos de cultivo, todo ello combinado con el avance de nuestra tecnología terrestre a la hora de detectarlos, filmarlos y difundir su ocurrencia.
Esperemos que tales razas hayan superado ya la triste etapa en que aún nos encontramos, en lo que respecta al dominio físico y espiritual del ser humano; seres estos que, desgraciadamente, han sido engañados, manipulados y explotados durante milenios por los de su propia especie. Esperemos que nos ayuden a liberarnos, de una vez por todas, de las cadenas que nos mantienen sujetos y atados a una servidumbre perenne, promovida por unos pocos amos y sus familias tradicionales, repartidos por los cuatro rincones del planeta.